viernes, 31 de octubre de 2014

Del Norte

De cómo perdí el Norte.

Están siendo tiempos durillos, para qué engañarnos. En el fondo este blog surgió cuando llevaba aprox 1 año y medio de oposición porque ya llevaba un tiempo que estaba empezando a entrar en "el desierto". Sin duda este segundo año para mi ha sido el peor con diferencia, de hecho creo que es el año determinante para decidir si sigues aquí o mejor tiras por otro camino.

Para mi ha sido un año de cambios en lo personal (amigos que desaparecen, exnovio, volver al "mercado" y darte cuenta de que el "pescao" está rancio rancio y que yo tampoco estoy para muchos trotes...) en fin, año personalmente difícil. 

En la opo he percibido bastante cambios, el fundamental es en que empecé con una ligera crisis de temas, esto es, no llegar a el número que se me exigía y acabe enfangada hasta arriba con una crisis vital y en mitad de un desierto en el que yo sola había decidido meterme.

He acabado el temario y estoy dando vueltas, como un ratoncillo en su jaula, pero empleando mismo método y mismo esfuerzo, de los cantes cada vez salía más hundida en la miseria ("te falta detalle", "más literalidad", "tardas 1 minuto en aterrizar en el tema"). No entendía muy bien lo que se me pedía, no acertaba a valorar si iba bien o no, empecé a dudar de si esto podía llegar a sacármelo...en definitiva, perdí el Norte.

De cómo recuperar el Norte.

El Norte no es solo un punto cardinal, es el que te indica el destino, el rumbo y el camino que hay que seguir, por lo que si él te falla, la aventura puede correr graves riesgos. Como buenos exploradores hay 3 formas de localizar el Norte (sin necesidad de brújula):




1. Traslación de la sombra del sol: para nosotros, nuestro espíritu inicial, nuestra ilusión del principio. Es vital pararse y preguntarse a uno mismo ¿por qué estoy aquí?¿por qué estoy pegándome golpes contra un muro? Acordarme de mi energía como opositora novel, de mis lágrimas después de los primeros cantes y de que no me rendí, que apreté los dientes y tiré para delante. Coger y mirar hacia atrás y ver lo chiquitita que era y lo grande que en comparación soy ahora.









2. Usando las estrellas: es fácil, coge un modelo, alguien que haya alcanzado su sueño, que puede ser el mismo o distinto al tuyo, fíjate en qué hizo para alcanzarlo. A mi me gusta fijarme en cualquier luchador que se ponga en mi camino -incluso gente que no lo ha conseguido- porque de cada batalla personal se puede extraer un valor, un consejo o una actitud que se puede tener presente en nuestro día a día.






3. Con un reloj: coge un reloj, ponlo sobre la mesa y estudia. Estudia. Estudia. Estudia. Ve a cantar, asume que vas allí para que te digan todos tus errores, vuelve a casa y estudia, estudia y estudia. Convéncete de que esto no es una chiquillada, que es cosa de "gente mayor", que no vale con saberlo, sino que aprueba el que mejor se lo sabe. Vuelve a cantar. Sé consciente de tus errores. Estudia, estudia, estudia. Cambia el método de estudio (aunque creas que es imposible, se pueden siempre introducir cambios). Llora, enrabiate contigo mismo, con el mundo. Ve a cantar. Plántate cara a ti mismo y pelea el cante. Escucha tus errores y cuando salgas acuérdate de tu yo del inicio y de que siguió pegándose golpes hasta que mejoró, lo mismo que vas a hacer tu ahora mismo. Mañana levántate, cambia el día de descanso, asegúrate de cambiar el chip porque quieres salir de esto, pero de verdad. Pelea cada palabra de cada línea de cada epígrafe de cada tema.

Y un día te levantarás y volverá una ligera emoción por poder estudiar, y volverá esas ganas de "el próximo cante me lo como con patatas", y volverás a ver el Norte. 

Te lo dice una que ya anda por allí, otra vez :) 

viernes, 24 de octubre de 2014

Realidad-realidad


"Los sueños no se compran ni se venden, se persiguen", 
"No dejes que nadie robe tus sueños",
"No duermas para descansar, duerme para soñar, porque los sueños estan para cumplirse",
"Si deseas que tus sueños se hagan realidad ¡despierta!",
 "Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche".
        etc etc etc 

 Que si, que los sueños están muy bien, pero aquí estoy yo para darle un giro de rosca porque ¿y si resulta que estamos partiendo de una premisa equivocada? Quiero decir, que si consideramos nuestra plaza un sueño y no una realidad, ¿no estamos inconscientemente mandandonos el mensaje de "pobrecito de mi ¡qué difícil todo!"?

Sé que es una visión un tanto retorcida del asunto, pero si hay algo de lo que en los últimos me he dado cuenta es de que la cabeza lo es todo. La importancia del lenguaje con el que te hablas a ti mismo es capaz de cambiar tu visión y tu actitud frente a las cosas, especialmente en cuanto se refiere a la oposición.

Por eso digo, si esto fuera un sueño y no una realidad, yo cogería me sentaría al sol a ver pasar las horas y el día de autos me presentaría ante el tribunal morenaza y sabiéndome de pe a pa cada código que se exige. Sin embargo, esto es una realidad y no es solo cuestión de esfuerzo (mucho mucho mucho) sino también de creérselo, de decirte a ti mismo "vamos que si que puedes", "ole ese futuro (dígase el cuerpo correspondiente)", "esta oposición se puede aprobar, de hecho, puedo aprobarla".

Es hora de cambiar de lenguaje, de hablarnos cuidandolo, de tratar de buscar lo positivo en cada situación difícil, de racionalizar cada pensamiento (¿este pensamiento es producto de mi yo-yo o mi yo-opositor-enajenado?). Pero no ya para poder aguantar el largo camino que estamos atravesando, sino como una cuestión de cara al examen.

 Hay que creerse esta realidad y para eso tenemos que trabajar la mente, que no es más que un músculo más, para que ese día si por lo que sea nos cruza un pensamiento del tipo "ay que no me acuerdo de ningún tema", automáticamente saquemos nuestro bien formado músculo y sin darle más tiempo al agobio nos digamos "no te acuerdas, pero está ahí, porque te lo has estudiado tropocientas veces y lo has cantado, y te lo sabías". Pero este tipo de pensamientos, o lo trabajas día a día o difícil que te salgan el día del "gran flan" (porque ese día todos somos un flan, eso es así). 

Así que menos realidades oníricas y más realidades realidad, menos "pobres de mi" y más "porque yo lo valgo" (si hace falta con gestito incluido, para aprovechar y sacarnos alguna sonrisa).

Buena semanita!

viernes, 17 de octubre de 2014

¿Qué es opositar? (I)

¿Qué es opositar? Para mi hoy es perderse y encontrarse, una y mil veces, y unas pocas más. 
     Es buscarte y no encontrarte, y al cabo de dos días verlo todo claro y transparente. 
          Es saber que que hay que ponerse a prueba y no dormirse en los laureles. 
                 Es contarte a ti un cuento primero para que acaben creyéndoselo los demás. 
                     Es ser capaz de amoldarte a las nuevas exigencias, a los nuevos retos. 
                            Es batallar contra el conformismo t-o-d-o-s l-o-s d-í-a-s. 

Es coger un barco y darte cuenta a mitad camino de que no te fijaste si el fondo estaba agujereado ni de su material, e ir parcheando conforme lo requiera la situación
                                           Es una travesía dura, pero preciosa cuando miras atrás. 
                          Es un quiero y puedo para pasar a un quiero y no puedo pero sigo. 
                     Es ser cabezota y demostrártelo a ti misma semana a semana. 
                 Es un "hoy por mi yo de ayer y mi yo de mañana".
           Es un "quien algo le quiere algo le cuesta".

Es transformarte de gusano a mariposa (y que en el camino te salgan esas alas hipersensibles, que si las tocan te impiden volar). 

Es un "la letra con sangre entra" (quien dice sangre dice lágrimas y ojeras).
     Es aprender de tus errores, estar llena de heridas, levantarte y seguir.
          Es pasar etapas como de la niñez a la adolescencia y de ésta a la juventud.

Es tenerte en estima y saber cuándo sí has cumplido y cuándo no (pese a las correcciones).
Es puro teatro (¿qué sino es cantar que interpretar un personaje ducho en derecho?).


Es un

"No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo".
Benedetti.


jueves, 9 de octubre de 2014

Soltería y oposiciones: compatible

Hace unos meses ya escribí sobre Amor y oposiciones ¿compatible?, hoy vengo a hablar del lado contrario, la soltería y las oposiciones, y no pongo en duda su compatibilidad porque a las pruebas me remito. 


Fue el otro día escuchando la entrevista de Risto Mejide a Enhamed (ex-atleta paralímpico) cuando le preguntó si había tenido novia, y él vino a decir que un deportista de élite ya sabe que no todo el mundo entiende lo que de verdad implica serlo (entre otros ejemplos puso no querer salir porque se está cansado) y fue ahí cuando me paré y me di cuenta de que sola no se está tan mal.

Creo que tener pareja tiene ventajas (muchas) pero no tenerla también. Al principio es duro, durísimo el acostumbrarse a no tener ese apoyo "incondicional" en tu vida, esa persona que era pilar básico, pero creo que es importante no estancarse en el lado negativo de "mi vida no es igual que antes", sino justamente en el positivo "¡mi vida no es igual que antes!". Hay una pequeña diferente.

Si me preguntaran cosas positivas que veo de no tener pareja, como persona y opositora diría las siguientes:
  • Mis 24 horas son planificadas íntegramente según mi criterio, sin tener que amoldarme a unos horarios laborales o de otro tipo de la otra persona.
  • En mis momentos de ocio tengo por necesidad que salir del cascarón y "forzarme" a conocer a gente, eso implica más esfuerzo, pero también un enriquecimiento personal más grande.
  • Supone dedicarte más tiempo del que antes dedicabas a tu persona, tanto por dentro como por fuera. Los esfuerzos que antes dirigía a que el otro fuera feliz ahora los dedico a encontrar mi propia felicidad (también he de decir que antes me tenía un poco abandonaita a mi misma).
  • Verme sola ante el peligro de la vida refuerza mis objetivos a medio y largo plazo.
  • Al preocuparme más por mi, estoy llevando a cabo un plan de culturización tanto musical como literaria y cinéfila. Estoy creciendo como persona más rápido que en cualquier otra época pasada de mi vida (no sabéis lo orgullosa que estoy de este punto).
  • Cuando salgo de un mal cante no tengo que poner buena cara, y cuando salgo de un buen cante no tengo que reprimir mi alegría porque no lo vaya a entender el de al lado.
  • Tranquilidad, sabiendo que no estás dañando los sentimientos de nadie.
Lo dicho, que pasados unos meses (o un tiempecito, según el caso) el sentimiento de soledad para mi se ha ido transformando en un sentimiento de sentirme realizada y ser más yo que nunca (obviamente porque él no era el correcto). Hay momentos en que claro que echo de menos un abrazo de oso o esa sonrisa tonta en la cara que no te puedes despegar ni con lejía, o un teléfono que sabes contestará 24horas los 365 días del año...pero lo que yo he ganado de momento me compensa.

Lo he dicho muchas veces, estoy convencida que de no haber sido opositora, mis propios argumentos, enfados, enfurruñamientos y euforias descontroladas me hubieran parecido niñerías y chorradas impropias de una persona "en su sano juicio". Creo que solo una persona con la que conectes al 200% puede aguantar esta situación (y tu aguantarte a ti misma estando con esa persona a tu lado), sino sinceramente creo que es mejor seguir tal y como hasta ahora.

Otra cuestión es ¿y si conozco a LA persona durante la oposición?¿no sería mejor que la conociera después de haberla aprobado? Si esa persona gusta de este ritmo de vida, cuando apruebe y sea una semi-bala perdida ¿seguirá ese ritmo también?. De momento muchas preguntas, que espero el tiempo resuelva. 

Buena semanita :)

Soltería que no jolgorio, soltería que no soledad.

viernes, 3 de octubre de 2014

Apología del esfuerzo

(Nota: esta reflexión surge a raíz de la lectura de quejas y más quejas en relación al número de plazas anunciadas para una de las oposiciones jurídicas con mayor número de candidatos de este país. Seré un poco más jurídica y un poco más técnica que de costumbre. Aprovecho para recordar a los presentes que escribo amparada por el Art. 20 CE y que las opiniones (aún) son libres).

Como el Art. 23.2 CE señala todos los ciudadanos tenemos derecho al acceso en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos señalados por la ley. Así que, ahondado en estos requisitos, el Art. 55 Ley 7/2007, del Estatuto Básico del Empleado Público (y en términos similares el Art. 301 LO 6/1985, Poder Judicial) son 3 los requisitos a tener en cuenta: igualdad, mérito y capacidad

Si nos fijamos en el caso específico del Art. 301 LOPJ es cierto que habla de que la convocatoria deberá incorporar el nº de plazas vacantes y las que previsiblemente se produzcan hasta la siguiente convocatoria (vamos de un año para otro). 




Adicionalmente, creo que todos somos conscientes de la situación económica que vive este país y que, aunque los Presupuestos Generales del Estado son mejores que hace 2 años, seguimos con nuestra particular travesía por el desierto (y lo que aún queda).

Puesto de manifiesto todo lo anterior, me planteo si es que alguien nos prometió cuando empezamos que iban a convocarse tal o cual número de plazas, o si alguien nos ofreció un contrato en que dijera que esto iba a ser pan comido o si tal vez es que nos llegamos a creer en algún momento que nos situábamos por encima de la media porque en la universidad nos fue medianamente bien.

Luego me acuerdo de nuestro sistema educativo (vapuleado, compartimentado, re-re-re-reformado...) y de que nos enseñan a esforzarnos pero no muy por encima de la media, que sino eres "demasiado listo" o "demasiado empollón" o simplemente "te esfuerzas demasiado". Mejor no ahondar en conocimientos, ir pasando y así todo mucho mejor para todos, porque lo que mola es la igualdad (bendita palabra), y claro si uno se esfuerza por encima de la media -y ojo que no digo que sea más listo- los demás se sienten menos, y no es plan.

Creo que en esas quejas se esconde el miedo a encontrarte tu frente al rebaño y ver que eres uno más, es más, que te has dejado convencer por esa mentira piadosa del sistema educativo en el que todos TENEMOS que ser iguales (cuando no lo somos). Esconde la falta de esfuerzo, porque nunca nos hemos esforzado lo suficiente, justamente para evitar destacar.

Creo que son quejas que reflejan perfectamente a nuestra sociedad, en la que una expectativa de derecho (imaginariamente tropocientas plazas con niveles de exigencia mediocre) se convierten en las conciencias en un derecho absoluto que nos da derecho a patalear, llamar cretino al ministro de turno e incluso pedir su dimisión, pero nunca nunca nunca hacer un examen sobre si estamos dando lo máximo que podemos.

Recordaré aquí la situación de crisis que vivimos, que la justicia es uno de las habitaciones de nuestro Estado y que en todas las habitaciones necesitan esos medios económicos y humanos para poder seguir manteniendo este sistema. Se ha recortado, si, pero en todo. Ni somos los únicos, ni los últimos, ni los que peor estamos.

Por otro lado, hablemos de ligar estas quejas a pedir "justicia para todos", "no les interesa sacar más plazas porque no quieren que se les enjuicie". Bien, si queremos una justicia óptima, eficaz, válida, superior en grado...¿no querríamos los mejores profesionales?¿los más preparados y formados? si, ¿no?. Y ¿qué pasa con las convocatorias con un número de plazas elevado? Se bajan las medias y por ende entra más gente, gente que en una de menos plazas, no entraría...¿y ahí no estamos "empeorando" la justicia?.

Soy la primera que me lo planteo ¿y si yo no llego al nivel que requiere mi plaza? obviamente prefiero pensar que voy a alcanzarlo, pero tengo una fuerte vocación de servicio público, y si resulta que paradójicamente para el interés general no soy lo óptimo...pues mala suerte chica, pero desde luego no será porque no me he esforzado, no he demostrado mis capacidades y el mayor mérito que puedo demostrar.

En resumen, demostremos a la sociedad que aún queda un reducto de gente que no solo pelea por su sueño, sino que le importa el interés general, que la injusticia es lo que le remueve para darlo todo, que el esfuerzo es su seña de identidad y dejarse-la-piel su apellido (y que desde luego tiene clara la diferencia entre expectativa de derecho y derecho adquirido)

Buena semanita! :-)