Sonatina al opositor

Un poema que me encanta y que venida la inspiración he adaptado del poema inicial de Rubén Darío "Sonatina" (con o sin mucha gracia). En todo caso, buena semana a todos :) :

La opositora está triste... ¿Qué tendrá la opositora?
Los suspiros se escapan de su boca de flora,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La opositora está pálida en su habitación,
está mudo el teclado de su ordenador,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El juzgado puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la fiscal dice cosas banales,
y vestido de negro piruetea el abogado.
La opositora no ríe, la opositora no siente;
la opositora persigue por el temario doliente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el primer ejercicio o en el segundo,
o en el tribunal mirándole a los ojos?
¿O en el aprobado de sus sueños profundos
o quizá en el temido suspenso?

¡Ay!, la pobre opositora de la boca de rosa
quiere ser funcionaria, quiere ser mariposa,
tener su plaza para por el mundo viajar;
pasear al sol un domingo de mayo,
y el viernes por la tarde poder olvidarse del juzgado,
o perderse en un caso, pero ¡por fin dejar de estudiar!.

Ya no quiere subrayadores, ni un crono de plata,
ni el temario encantado, ni el preparador escarlata,
ni las opiniones unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita opositora de los ojos cansados!
Está presa en los temas, está presa en sus cantos,
en la jaula de mármol de su habitación;
la habitación soberbia que vigila su preparador,
que custodian mil folios con sus mil variaciones,
un legislador que no duerme y su instinto reformador.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La opositora está triste, la opositora está pálida)
¡Oh visión adorada de sueldo, plaza y vida!
¡Quién tuviera ese puesto por el que tanto insiste,
—la opositora está pálida, la opositora está triste—,
tan honorable y desde el que hacerse sentir protegida!

—«Calla, calla, opositora —dice el hada madrina—;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el BOE tu nombre y en la Administración tu silla,
la feliz plaza que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte la alegría y para que por fin, empieces tu vida».