sábado, 8 de noviembre de 2014

¡Manos arriba esto es un atraso!

16.00 de la tarde de un jueves frío de Noviembre (el "veroño" nos dejó hace un par de días). El opositor llega a casa del preparador, enfundado con todas sus armas: libreta con la programación de los últimos tiempos, lapicito para apuntar tooooodas las correcciones y "sugerencias", cronómetro recién encerado, el programa remanoseado y guarreado, BOE del día leído y un cerebro llenito llenito de conocimientos.

Nuestro sujeto, iluso, aún no sabe que este cante no será igual a los anteriores, que éste marcará un antes y un después en su vida como protagonista de la historia de las oposiciones -si no la Universal, al menos sí la suya particular. 

Una vez dentro de la sala de "torturas", se sienta en lo que, si bien al principio solo era la mesa de su pesadillas, ahora es elemento de sus desvelos y de sus deseos más profundos (esa mesa oirá algún día aquello de "lo has bordado"), lo cual no hace sino descolocar a nuestro protagonista, pues sospecha que un oscuro principio de masoquismo se asoma, consecuencia de esta batalla personal. 

En fin, una vez allí, el preparador le mira fijamente -como ya viene siendo costumbre- esperando que le diga tras un escueto "¿qué me traes?" toda la ristra de temas que esa semana ha sido capaz de absorber y asimilar. El opositor, nuestro inocente corderito, dicta satisfecho, materia y número de tema, y el preparador apunta sin efectuar observación alguna.

El opositor tiene preparados todos sus conocimientos para en cuanto oiga la frase de "pues cantame..." su cerebro se ponga en marcha y empiece el espectáculo semanal. Sin embargo, en esta ocasión, algo le sorprende, el preparador está pensando más de lo normal, pasa hojas del programa, para delante....para detrás...para delante....para detrás...y entonces sucede:

¡Manos arriba esto es un atraso!

El opositor asustado no entiende nada, el número de tema que ha oído no se corresponde con ninguno de los que se había estudiado para ese día, pero....¡un momento!...no, no...Su cerebro raudo y veloz atisba la jugada, pero no no, es imposible. 

Es entonces cuando oye a lo lejos, una voz -la del preparador- que dice: "bueno, llegados a este punto, es hora de que empecemos con los temas atrasados, a partir de ahora ya lo sabes, puedo preguntarte también temas del día anterior".

El opositor anda colapsado, su cerebro trata de asimilar la noticia, su boca balbucéa algo (¿quizá uno de esos artículos que llevaba ese día que tan bien se sabían?)...y entonces vuelve a la realidad y se encuentra los ojos del preparador, esperando a que empiece el tema atrasado.

(continuará).

6 comentarios:

  1. Me ha encantaaado! Jajajajajja estoy deseando leer el final! Eres buenisima!!! Pero da mas detalles, el tema que te pregunto cuántos dias exactamente hacia que no lo tocabas???

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    1. gracias jajaja en la próxima entrega añado el dato de los días ;) Ánimo con la semana!

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  2. Muerte y destrucción! Te confieso que alguna vez eso mismo se me ha pasado por la cabeza y sólo de pensarlo me entraban sudores fríos... Arriesgándome mucho yo diría que no sólo cantaste sino que no lo hiciste tan mal! Algún artículo bailaría claro que sí, pero pudiste defender el tema. Y si es que no, a la próxima ya estarás preparada, que no hay mal que por bien no venga =)

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    1. "muerte y destrucción" es una definición muy acertada jajaja. Y luego del cante arrastrarte hasta tu casa sin saber muy bien cómo has llegado hasta allí de lo achicharradas que tienes las neuronas :)

      Creo que para los atrasados nunca se llega a estar del todo preparado, pero bueno, todo sea porque el día del examen todo vaya como la seda. Besote!

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  3. jjajajaj la primera vez que mi preparador me hizo eso me quede en shock, me pareció hasta una ofensa personal!
    Ese día salvé el tema (lejos de estar perfecto, pero mejor de lo que me podía esperar). Lo que sí recuerdo es el tremendo cansancio con el que salí ese día, como si llevara horas trabajando en una mina de carbón o algo así.

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    1. Hola! Lo del cansancio es algo indescriptible, ya ves tu, cantar el mismo tiempo que siempre y algo estudiado no hace tanto tiempo, cansa más que yo que sé!

      Menos mal que de todo se aprende...ahora vamos "de atraso en atraso y tiro porque me toca" así que no habrá más remedio que acostumbrarse.

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