jueves, 4 de febrero de 2016

YOLO

Tu y yo llevamos tiempo conociéndonos, manteniendo esta relación que combina sentimientos encontrados, que confunde nuestros (mis) sentidos hasta preguntarme quién demonios soy, y sin remedio me obliga a mover las agujas en el sentido contrario, hasta conseguir que desdigan el tiempo invertido y así reencontrarme. 

Yo y tu, así es como tiene que ser. No te confundas. Nunca hubo un nosotros sin un yo primero. Y acostúmbrate, porque será así indefectiblemente hasta que esto acabe. Las tornas cambian, y nosotros con ellas. 

Mi vida es mía, y la tuya...bueno, la tuya es de quien te quiera. ¿Que si te merezco?. Meréceme y veremos. No me malinterpretes, te quiero y por eso me enfrento. Pero se acabó el sufrimiento, al menos, de momento. Ahora las normas las pongo yo. Un código ético, hipotético y en cierto modo patético (¿desde cuándo hay normas en una relación?).

YO LO que pretendo es un acercamiento. Si no es de facto, al menos de conocimiento. Y si tus abrazos no son los más cálidos y mi prosa no es la más frenética, impognamos un punto medio, en el que tu texto combine con mi estética y obtengamos el más que probable reconocimiento.

Subrayo mi afirmación. Constato mi actitud. Me percato de tu posicionamiento. Observo el camino en toda su magnitud. Espero tu aprobación porque...

YO LO busco.
YO LO enfrento.
YO LO quiero.
YO LO temo.
YO LO sufro.
YO LO anhelo.
YO LO MEREZCO.


You Only Live Once.



6 comentarios: