miércoles, 22 de junio de 2016

MI plan: Arroz con leche

La quinta esencia de mis últimas angustias ha consistido en que se me pasa el arroz. Ya está. Lo he visto. Mi plato de arroz con leche, deshecho, hecho pasta, agrio y maloliente, en un plato de cartón piedra formada por una mezcla de páginas del Código Civil, el Penal y el Mercantil (cuál homenaje a nuestra "Pepa").

Y me he visto teniendo que dejar este camino a los taintantísimos, sin hijos, sin "marío" y sin tener ni idea de coser un vestido para los Santos. Una "ni-ni" en toda regla, sin saber hacer la O con un canuto -porque siempre ha sido buena chica- ni sabiendo dar un braguetazo -que es que siempre tuvo una ética y una moral que no eran de este tiempo.

Todas esas historias han ido bajando del esperpento de mis neuronas y han ido descendiendo por la garganta, formando una bola, que ha jugado a subir y bajar hasta el estómago. Y de repente ¡cataclóck! volví en mí, avancé en el camino de "ser la mejor versión de uno mismo" (como persona).

Así que me he dado cuenta de que está bien tener planes vitales personales (amore, familia, aprender a coser vestidos (por lo que pueda pasar)...), pero...¿y si la vida no me tiene preparado eso? ¿Y si la vida decide que tengo que ser una persona en itinerancia permanente?¿o que no puede tener hijos? ¿o simplemente que tiene con quién pero no cuándo formar proyectos vitales? 

Lo fácil sería quejarse de que "MI plan", que organicé sin tener en cuenta los otros tropocientos mil factores que influyen en la vida de una persona, no haya salido adelante, y quedarme estancada en eso, llorar por todo lo que dejé de hacer por seguir ese plan, por cumplir esas etapas que yo me había autoimpuesto. 

Lo difícil -y si, siempre acabo eligiendo lo difícil, lo adelanto- es redirigir los planes. Y creo que en el fondo, es lo lógico y cuerdo. Tengo la teoría de que todo pasa por algo, que todo te hace llevar a caminos por los que debías pasar para crecer o para darte cuenta de algo muy gordo que estaba delante de tus narices, y que por H o por B no le dabas la importancia que tocaba (y sí, puede sonar muy demagógico si ese "algo" tiene que ser una enfermedad de un familiar, una muerte de un ser querido o un concurso de acreedores de tu empresa). 

Así que, ¿qué pasa si la vida no me depara tener hijos, por ejemplo? ¿Qué pasaría si me depara no conseguir la plaza? ¿Qué pasaría? 

Dejar este proyecto por un "MI plan" que atosiga sin criterio, sin bases, sin un peso real, no tiene sentido. Dejar este proyecto tendría sentido si hubiera un "MI plan" real, no digo sólido porque todos los principios siempre revuelven el estómago, pero sí con ciertos puntos establecidos, que me ilusionara igual o más que éste, que fuera un proyecto vital apasionante...
Dejar este proyecto por un "MI plan" que lo único bueno tiene es que no estaría "quieta" (es decir, en una habitación dándole a los temas), pero donde faltan todas las demás piezas de ese plan, es un sinsentido.
Dejar este proyecto porque te asusta, es no ir por el camino que quieres, porque "TU plan", lo decidiste hace 4 años, cuando omitiste ese "MI plan", por lo que te hacía ilusión fuera de cualquier canon social preestablecido.

Todos tenemos miedo, pero el único camino es atravesarlo para superarlo.

Buena semanita ;-)

PD: Nunca me ha gustado el arroz con leche.

7 comentarios:

  1. Me encanta tu blog, y bueno respecto a los planes, por muchos que hagas al final la vida te lleva por donde quiere. Tú sigue estudiando que ese es tu sueño, lo demás ya vendrá, déjate sorprender. Ahhh y otra cosa... el arroz no se pasa nunca si estás luchando por lo que quieres, ahi gente superjoven con pareja e hijos y más amargadas que un pepino, eso es muy triste. Bueno un besito y lo dicho, sigue con el blog porfi que me encanta.

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    1. Perdón donde digo "ahi" quise decir "hay", jaja.

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    2. GRACIAAAS!!! :) Sigo con el blog sigo, pero me gusta escribir cosas con un poco de "enjundia" y que me parezcan útiles/interesantes/de necesaria explicación.

      Si, la vida sorprende de lo lindo, y al final llego a la conclusión de que "todo pasa por algo". Un besote!

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  2. Tampoco me gusta en arroz con leche,con eso te lo digo todo.
    Un besazo

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  3. Si el arroz se pasa pues se cambia por macarrones, por tortilla de patatas o por un helado del Hacendado. Será por opciones en esta vida!

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    1. Si! Pero a veces es tan difícil sacar los ojos del plato que tienes delante...Pero si, como decían por ahí arriba, hay que dejarse sorprender. Gracias mil!

      PD: menos mal que no has dicho un cocido madrileño porque soy una pésima cocinera :P

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