lunes, 14 de mayo de 2018

Semana de mierda.

Bye!
Porque a las cosas a veces hay que llamarlas por su nombre. Y si este ha sido por lo general un buen mes en la oposición, la última semana ha sido una semana de mierda, con un ánimo de mierda, unos cantes de mierda y unos días de mierda. Donde me he sentido la última mierda del mundo y en la que me he dejado aplastar por todo ese montón de mierda.

Ha sido una semana de pestilencia votimiva a vida vacía y estudio sin sentido, mezclado con pensamientos de que nunca seré nada ni seré para nadie con olor a azufre y descomposición. Han sido días de arrastrarme hasta los folios, de ponerles mi mejor cara de vinagreta y tragarmelos con una pinza en la nariz para contener la respiración. Cantes mediocres con ponzoña en la punta de la lengua que con la última palabra se podía convertir en trampa mortal. Tiempos conmigo misma andando, en los que lo nauseabundo era una pisada más, y aún así seguía, incrementando ese hedor. Han sido largas horas sin sol, ni lluvia, ni nada vivo que demostrara que el tiempo seguía avanzando en una rueda incesante de proximidad, que permitiera ver que por lo menos algo avanzaba en mi vida. 

Pero estoy harta. Harta de ver la mierda en esos días y harta de sentirme una mierda, porque no lo soy. Que hoy no tenga nada -y cuánto duele ver solo ese lado- no quiera decir que no lo tenga, sino que solo miro lo que no tengo. Que hayan sido días de mierda, no me puede convertir en un cuerpo errante clamando que la vida es una mierda. Porque sencillamente no lo es. Negar las evidencias de esto último, es tanto como querer seguir estando en un agujero negro, y permitir que cada vez te atrape más. El día es mucho más que letras y que pensamientos circulares. Es mucho más que todo eso, más que circunstancias puntuales, más que comentarios esporádicos y textos complejos, más que personas y vivencias, mucho más. Es más, porque tu eres más.

¡Adiós semana de mierda!

2 comentarios:

  1. Ánimo bella, todos tenemos días, semanas e incluso meses de mierda, lo importante es cambiar la sintonía ��

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    1. Gracias!! Lo publiqué y luego pensé que a alguien podría darle hasta miedo, pero fue bastante catártico, desde que lo escribí he mejorado en ánimo y en lo demás. A veces da la sensación de que no podrás dar un paso más, y en el fondo, solo te falta "gritar" lo que te pasa para volver a subir. Este fue mi grito (aunque ojalá también poderlo dar en la realidad). Un beso y gracias por estar.

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