viernes, 24 de octubre de 2014

Realidad-realidad


"Los sueños no se compran ni se venden, se persiguen", 
"No dejes que nadie robe tus sueños",
"No duermas para descansar, duerme para soñar, porque los sueños estan para cumplirse",
"Si deseas que tus sueños se hagan realidad ¡despierta!",
 "Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche".
        etc etc etc 

 Que si, que los sueños están muy bien, pero aquí estoy yo para darle un giro de rosca porque ¿y si resulta que estamos partiendo de una premisa equivocada? Quiero decir, que si consideramos nuestra plaza un sueño y no una realidad, ¿no estamos inconscientemente mandandonos el mensaje de "pobrecito de mi ¡qué difícil todo!"?

Sé que es una visión un tanto retorcida del asunto, pero si hay algo de lo que en los últimos me he dado cuenta es de que la cabeza lo es todo. La importancia del lenguaje con el que te hablas a ti mismo es capaz de cambiar tu visión y tu actitud frente a las cosas, especialmente en cuanto se refiere a la oposición.

Por eso digo, si esto fuera un sueño y no una realidad, yo cogería me sentaría al sol a ver pasar las horas y el día de autos me presentaría ante el tribunal morenaza y sabiéndome de pe a pa cada código que se exige. Sin embargo, esto es una realidad y no es solo cuestión de esfuerzo (mucho mucho mucho) sino también de creérselo, de decirte a ti mismo "vamos que si que puedes", "ole ese futuro (dígase el cuerpo correspondiente)", "esta oposición se puede aprobar, de hecho, puedo aprobarla".

Es hora de cambiar de lenguaje, de hablarnos cuidandolo, de tratar de buscar lo positivo en cada situación difícil, de racionalizar cada pensamiento (¿este pensamiento es producto de mi yo-yo o mi yo-opositor-enajenado?). Pero no ya para poder aguantar el largo camino que estamos atravesando, sino como una cuestión de cara al examen.

 Hay que creerse esta realidad y para eso tenemos que trabajar la mente, que no es más que un músculo más, para que ese día si por lo que sea nos cruza un pensamiento del tipo "ay que no me acuerdo de ningún tema", automáticamente saquemos nuestro bien formado músculo y sin darle más tiempo al agobio nos digamos "no te acuerdas, pero está ahí, porque te lo has estudiado tropocientas veces y lo has cantado, y te lo sabías". Pero este tipo de pensamientos, o lo trabajas día a día o difícil que te salgan el día del "gran flan" (porque ese día todos somos un flan, eso es así). 

Así que menos realidades oníricas y más realidades realidad, menos "pobres de mi" y más "porque yo lo valgo" (si hace falta con gestito incluido, para aprovechar y sacarnos alguna sonrisa).

Buena semanita!

4 comentarios:

  1. Qué me gusta que pensemos exactamente igual =) Yo también creo que el pensamiento hay que encarrilarlo y que la línea que separa el deseo de la realidad puede ser muy fina según ese trabajo continuo sobre nuestra actitud. Actitud que no va hacia fuera, es decir, que se refleje en actos (que también) sino actitud que se plasma en la forma de pensar. Es complicado, hay que tener un gran autocontrol y fuerza de voluntad porque sucumbir al derrotismo y la auto-pena es mucho más fácil, pero sin duda se saca mucho más provecho de lo primero: la plaza y la felicidad. Un abrazo preciosa ^^

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    1. Hola! siiii, es que ya he visto como varios compis "fastidian" su trabajo de años por no saber controlar esos pensamientos...es muy importante!!!!! Mucho ánimo cocineraaa...en cuanto cuelgues recetas estoy ahí manos a la obra! Besotee!

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  2. ¡Completamente de acuerdo! De cuando en cuando tengo esta conversación conmigo misma, y me convenzo, casi siempre al menos, y en cualquier caso, el sí puedo vence al final.
    ¡Mucho ánimo!

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    1. Claro que sí!!! porque podemos! porque todos los días lo demostramos y porque lo vamos a conseguir!!!! mucho ánimo!!!! un abrazo!

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