viernes, 12 de junio de 2015

Segunda adolescencia

 Llorar...
    ...De risa.
    ...De frustración.
    ...De impotencia.
    ...De "por mis ovarios/cojones que lo consigo"
    ...De alegría.
    ...Llorar por Llorar.

El ciclo de la vida opositora te envía de una patada de vuelta a la adolescencia, tiempo en el que, quien más quien menos, todos hemos sentido una revolución hormonal de aupa. Pero, cuando pensábamos que la habíamos dejado atrás y que no arrastrábamos más daños colaterales que una colección de fotografías con looks imposibles 

¡PUM! La oposición. Y con ella un sinfín de estados de ánimo que pensábamos olvidados...aún recuerdo escenitas bailando en mi cuarto, con una camiseta cogida por las mangas, imaginando que era con el chico que me gustaba o llorar a moco tendido porque una amiga se iba a vivir a otro lugar, como si eso supusiera el fin del mundo mundial.

Y ahora....No sé quién se ríe más de mi, si mi yo actual de la adolescente, o la adolescente de mi yo opositora. Porque no, no bailo con una camiseta, pero bien que doy vueltas por mi cuarto cantando el temazo de rabiosa actualidad -vamos, la última modificación de la LEC- a toda pastilla y en máximo volumen...o sea que si los vecinos antes estaban hasta el pirri de Alex Ubago, ahora creo que no lo cambiaban por el articulado de ninguna ley.

O como no comentar, ese equilibrio emocional que se respira en mi casa los días de cante, el mismito que en un día en que se había juntado que tu mejor amiga no podía salir hasta las 19 y a ti no te dejaban salir más allá de las 19.30 y tu tenías que contarle esa cosa FUN-DA-MEN-TAL para la existencia de ambas, a saber: que el chico de turno, si, iba al cine el sábado.

El mismo equilibrio que cuando me ponía a llorar entonces, lo tengo cuando me pongo a llorar delante de un tema, aquello eran "temas sociales" y estos "temas... a secas", pero debe ser que todo lo que empieza así va recubierto de cebolla o sino, no entiendo este sentimiento que me entra.

Así que si, las hormonas adolescentosas han vuelto a mi vida euforia-drama-seriedad-lágrima-sonrisa (nadie podría llamar a "eso" risa) salvo el día de descanso, en que me recompongo y vuelvo a ser personita, con mis veintitantos y un poco de juicio y raciocinio. Así que ese día, mi familia aprovecha para recordarme lo "normal" que he sido y lo maja que soy sin ser opositora.

Así que si, adolescente del pasado, aquí estás otra vez, pero sé controlarte y tienes los días contados

Buena semanita! ;)

3 comentarios:

  1. Siento decir esto ante una entrada tan repleta de llantos pero ¡¡me has hecho reir!! Jajaja No sé si me ha recordado lo ridículo (y entrañable) de mi adolescencia o lo ridículo (y entrañable) de mi yo opositora jajaja

    En cualquier caso, me ha encantado. LLora mujer, si es lo mejor del mundo, te desahogas y te libera de todos los demonios, sapos y culebras que una tiene dentro jajaja

    Tengo una mini teoría (no sé si se puede llamar teoría a esto) de que opositando, al estar un tanto aislados, todo nos influye más y nos volvemos un poco más sensibles que habitualmente. Yo antes de opositar ya era hipersensible pero ahora hay veces que es cierto que se me va de las manos. Lo bueno, es que al influirnos todo más, todo es todo e incluye lo malo pero también lo bueno. Personalmente, a día de hoy valoro cualquier detallito que antes daba por hecho y eso también me hace ver la vida de otro modo. :) ¡¡Espero que cuando salgamos a la luz mantenga el aprendizaje positivo de la oposición!!

    ¡Un abrazo fuerte campeona!

    Carperista.

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    1. Lo que yo te diga...segunda adolescencia jajajaja. Te doy la razón totalmente con lo de las sensibilidades pero sobre todo con las cosas buenas, que a veces parece que me ha tocado la lotería (o que me he drogado de la cara de felicidad que llevo). Yo quiero recordar eso mismo, darle valor a esas cosas, porque aunque la opo es verdad que tiene momentos malos -por situaciones que también es verdad, nunca antes habíamos vivido- los tiene muy muy buenos. Yo opositando no lo niego: soy feliz. Pero porque valoro millones de cosas en las que antes ni me fijaba!!!

      Me alegra que te haya hecho reir, porque me reí hasta yo viéndome ahora y antes -y las pocas diferencias que hay entre una y otra situación jajajja. Mucho ánimo! Muak!

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