jueves, 29 de diciembre de 2016

2016, el año al que sobrevivimos.

Es costumbre por estas tierras (las de este blog) hacer un "brainstorming" de las palabras que definen el año que se cierra ("Palabras el mejor resumen" y "Palabras el mejor resumen (y 2) ) No obstante, este año que ha sido la tormenta de los años, que nos ha dejado tiritando, se merece algo más que una aleatoria apertura de las páginas del diccionario.

Así que si, brindo por los cambios del año, esos que me han hecho plantearme mi lugar en el mundo, y replantearme una y mil veces este camino. Cambios de forma de preparación, de reeducarme en el estudio seriamente, de hacer 3 respiraciones cada 10 minutos porque esto no hay dios que lo haga la paciencia se acababa. 

Y brindo también porque hemos sido fuertes y valientes, y nos hemos sabido enfrentar una vez detrás de otra a nuestros mayores miedos, y si estamos aquí, es porque algo habremos hecho bien en esta hazaña.

Que aunque hemos llorado (más de lo que en un año debiera estar permitido), hemos reído (infinito), y hemos intentado ver lo bueno en todo lo malo. Que hemos sido capaces de enfadarnos hasta el punto de ebullición, y con un "lo siento" nos hemos convertido en agua de spa. Los sentimientos han ido, venido, revuelto y revenio', y aquí seguimos (y solo esto, ya es motivo de celebración).

Brindo por la salud.....y por la ausencia de ella. Nunca se aprecia tanto lo que se tiene, como cuando se pierde. Y de eso, este año, hemos tenido 2 tazas. Aprender lo efímero del ser humano (y que oye, formas parte de esa especie animal, que a a ti también te toca). Aprehender los buenos momentos, reirse de los vampiros emocionales (pa' lista yo!), saborear un rayito de sol y conformarse con una llamada de teléfono, cuando la vida no nos da para más.

2016, el año que descubrimos el poder del "yo quiero" y el de "me conformo", pero también del incorformismo (seña de la casa, oiga). El año de los "ajenos"; alegrías ajenas, que se convierten en propias; el de los primeros empleos; el de los viajes a la otra punta del mundo; el de los logros profesionales; el de conseguir una plaza; el de la interiorización de las cosas; el de dejarse enseñar y el de enseñar; el de perdonar y superar las cosas con dialogo y amor.

Me llevo un capazo de aprendizajes, de momentos amargos y de muchas esperanzas. Ojalá el nuevo año traiga todos la magia que 2016 no supo, los sabores donde puso sinsabores y las hazañas donde colocó piedras en el camino. Pero de todas, que nos dejé seguir creciendo y evolucionando hacia la persona que tenemos que llegar a ser.

En definitiva, ha sido un año al que, a primera vista, hemos sobrevivido, pero echando la vista atrás,.... puede que a fin de cuentas, también lo hayamos vivimos ¿no?

Buena entrada de año a todos!

Lo conseguiremos!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario