miércoles, 18 de diciembre de 2013

Cerrar los ojos y respirar

Hoy estoy así, como esa bailarina, con el mallot puesto, en mitad de la clase de ballet y con un hastío y cansancio sobrenatural encima, pero sabiendo que no puede permitirse el lujo de tirar la toalla.
En estas situaciones, lo comentes con quien lo comentes, te repiten lo mismo "no eres una máquina", "es normal que estés cansada", "frena, relaja". Que está muy bien que al menos no añadan presión, pero todos en esos momentos hacemos 2 cosas:
1. Poner cara de poker y a continuación una gélida sonrisa de "gracias por ser tan comprensivo".
2. Escuchar a nuestro Pepito Grillo interior decir "si, claro, pero si cada vez que estoy cansada me permito el lujo de parar, se saca la plaza Perri".
Así que sí, todos nos hemos sentido sobrepasados por el temario, por la situación de soledad, por las malditas reformas (ay! si yo tuviera una charlita con algún que otro ministro...), y sí, hemos entrado en el bucle ese de "mierda, mierda, mierda, ¿cómo narices salgo yo de aquí?".
No hay fórmulas mágicas para volver a ser un encantador opositor requeteencantado con su maravillosa vida, pero algunos de mis consejos son:
  1. Sal de casa (y sí, los temas esta vez castigados sin salir), y durante media hora anda todo lo deprisa que puedas (también cabe la opción de correr).
  2. Sal del preparador, y aunque no hayas podido decir tu nombre bien, date un capricho (yo siempre voto por la merienda especial).
  3. Monta planes de una semana a otra, ni se te ocurra lo de el-jueves-veo-qué-planes-hay-para-el-finde!!! NO funciona y puede perjudicar seriamente tu salud psicológica.
  4. Habla con alguien, con quién sea, las veces que haga falta sobre tu angustia, explayate.
  5. NUNCA te autocompadezcas, téntelo absolutamente prohibido, ¡¡sin excepciones!! (siempre hay gente que está peor que tu).
  6. Busca frases, poemas, textos positivos. Escoge alguno, escríbelo y tenlo a la vista.
  7. Busca monólogos, y cada tema estudiado mira uno -la risa es la mejor medicina, comprobado.
  8. Hazte un listado de motivos por los que quieres TU plaza (y al hacerla no pienses ni un momento en el camino que tienes que recorrer).
Repite este plan, las veces que haga falta, y no te olvides de que ante todo estos solo es un periodo de tu vida! Así que a por ello, porque vales, porque puedes, porque lo vas a conseguir a pesar de todos estos malos momentos.

3 comentarios:

  1. Simplemente genial. Gracias por compartir tus experiencias, he leído varias de tus entradas y me has hecho reír y sonreír... Yo tengo pavor de los días en los que mi cerebro dice que se acabó... Gracias a leer cosas así me es más fácil tranquilizarme y recuperar ese vigor vital para seguir.
    Yo también soy de dejar que mi cerebro elija los descansos... Pero veo que se aproxima a lo de un día por semana y estoy por probar a educar a Mr Brain a decirle yo cuándo, no sea que un día me explote...
    Enhorabuena por tu blog.

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    1. Gracias a ti por pasarte, por tomarte tiempo para leer y para contestar! Gracias a tu comentario he releído el post, y la verdad ¡qué fácil dar consejos y qué difícil llevarlos a la práctica! Mucho ánimo para este último empujón veraniego ;)

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  2. ¡Gracias por los ánimos! Esta vez me identifico, el otro día no me di cuenta, así que ahora ya me irás viendo por aquí. ¡Mucho ánimo para ti también! ¡Cada día estamos más cerca de la meta! Un beso.

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