jueves, 30 de agosto de 2018

Houdini ¿preparador?

Parece que no se entiende. Te ven estudiando con los veintilargos pasados y parece que estás siendo sometido a tortura contra tu voluntad. Y oiga, es que esto es tortura, si ¡pero tortura voluntaria! ¡Vamos, hombre!

Bueno, ya está, es que si no lo decía reventaba. 

Houdini
La cuestión del día es acerca de una pregunta que me hicieron en un post anterior, sobre si me sentía engañada por mis preparadores (por aquello de haber tenido que empezar de cero cuando ya me lo "sabía" todo). Fue una pregunta muy acertada porque me la he hecho muchas veces. Así que gracias :).

Lo cierto es que al principio me sentí un poco engañada, es verdad. Un poco lo que decía María en su último post, ya que no eran pocas las veces que entraba en bucles de pensamientos del tipo "si hubiera empezado así, ahora tendría mi plaza", etc. Pero lo cierto es que pronto empecé a ver que esa clase de pensamientos no me ayudaban en absoluto, mas bien al contrario. Así que me hice las siguientes reflexiones:

1. Engaño = mala fe: no creo que mi preparador (el mismo antes y después del cambio de sistema) tuviera mala fe. Más bien fue un cúmulo de circunstancias que no ayudaron a una buena preparación. Si tuviera que hablar de algo, hablaría de falta de la diligenia debida. Pero bueno, creo que el año de mi suspenso, fue una bofetada en la cara para todos los que nos presentamos (pero para el preparador también), de la que, creo, hemos conseguido aprender todos.

2. Madurez: la pregunta de "¿y si hubiera empezado con el sistema que sigo ahora, hubiera aprobado ya?" me la he hecho miles de veces (no las he contado pero me jugaría una carpeta de temas a que así ha sido). Y creo que, aunque a mi ego no le guste reconocerlo, la respuesta no sería afirmativa. Es más, me la hubiera dejado ya, casi seguro. Soy de la opinión de que todo pasa por algo, e igual que pienso que si no hubiera empezado mientras terminaba la carrera, no hubiera aguantado los primeros 6 meses; pienso que el batacazo monumental del suspenso ha sido el revulsivo necesario para pegar un buen tirón en cuanto a madurez se refiere.

Y ahí voy. Que el sistema de oposiciones tendrá muchos puntos muertos y carencias, pero creo que ayuda a buscar a personas con un caracter forjado y una determinada madurez. Es verdad que la madurez que se alcanza es más personal que profesional, pues muchas veces pienso que en la universidad me veía más capacitada para tomar decisiones rápidas que ahora (también es verdad que allí mi ingenuidad era superior a la actual).

3. Conocimientos: mi base era mala, o así lo veo ahora. No le echaré la culpa a la universidad, pero yo no salí con una base como para poder construir el castillo que es la oposición. Los años que dediqué al "sistema malo", no sirvieron para aprobar una oposición, pero si para forjar esas bases de las que no disponía. 

4. Psicología: Evidentemente hubiera preferido no tener que invertir esos 3 años largos en esta actividad y haber cogido experiencia profesional (o haber dado la vuelta al mundo, oye) , pero pensar en que me engañaron o que son años perdidos, es algo que, sinceramente, no me puedo permitir.

¿Quieres pensar que los he perdido? Ok, pero entonces con más razón, no puedo perder más tiempo pensando en que lo he perdido. 

¿Quieres pensar que me han engañado? Prefiero pensar que la culpa fue mía por no darme en cuenta de que el salto cualitativo era mucho más grande de lo que imaginaba. Nadie me impuso nada (la imposición cada vez la llevo peor, me asfixia) y yo elegí tanto empezar como seguir, así como cambiar el sistema y empezar de cero.

Espero haber contestado la pregunta. Y si alguien ha pasado por ahí que piense que no es tan raro como parece y que desde luego le busque el sentido práctico al tiempo invertido, que tenerlo, lo tiene.

¡Mucho ánimo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario