domingo, 9 de diciembre de 2018

C(V)alor humano

La vida  te da lo que necesitas en el momento y lugar oportuno, y yo este año, en concreto en los últimos meses, he recibido un sopapo interestelar del que aún no acabo de salir.

No estoy sola y hay personas que me aprecian de verdad.

Ese es mi sopapo, si. Simple ¿eh?. Aún así sigue, en parte, siendo inconcebible para mi. Es como si la vida me hubiera zarandeado hasta decir basta. He recibido más de lo que he podido dar en mi vida. Por gente que lleva aquí décadas, un lustro, años, meses o un pequeño puñado de días. Ha habido veces que me he dejado ayudar y otras no tanto (ojalá haber podido superar esas veces mi inseguridad y dejarme ver otra vez vulnerable).

La oposición puede ser la más perra de las compañeras, puede quitarte en ocasiones las ganas de todo o incluso hacerte pensar que nunca volverás a sentir ese calorcito en el corazón que hace que la vida sea vea de colores, o meterte ideas en la cabeza que cada vez son bolas más grandes (y por ende cada vez más inasumibles). 

Pero lo cierto, es que a mi me ha dado cosas -más que cosas, aprendizajes- tan valiosos como el mayor de los diamantes. Me ha enseñado a dejarme ayudar; a superar (las más de las veces) mi orgullo, agachar la cabeza, pedir disculpas y reparar mis errores; a ver que tus límites están mucho más lejos de lo que tu cabeza cree; que también tengo límites, aceptarlo y asumirlos, sin más dramas (aunque esto cueste más de un run-run).

Pero sobre todo, he aprendido que hay personas que te valoran por los valores que llevas como estandarte, que te aceptan con tus imperfecciones, que te dejan ser quien eres (y sonríen cuando les muestras tus vulnerabilidades como diciendo "es normal, acéptalos, aprende de ello y supéralo, yo estoy aquí para ayudarte"). 

Con esta suerte ¿cómo me voy a quejar?¿cómo voy a sentirme una fracasada? Y es que, me doy cuenta, que la oposición exige aislar y "olvidar" partes de uno que no casan con las horas de estudio y este estilo de vida. Hay veces que hace taaaanta falta recordar que uno es algo más que una maquina escupiendo datos; que tienes filias y fobias más allá del estudio; que tiene hobbies que llevan más tiempo que las 24h de descanso; que eras quien organizaba planes y solo quería seguir descubriendo el mundo; que antes no tenías tantos miedos como ahora; que tu ciudad se te quedaba pequeña aunque ahora te parezca un planeta entero...

Solo eso, la vida sirve lo que necesitas. Por duro, miserable, mezquino o improbable, por genial, sorprendente o imprevisible que parezca. Al final depende de uno mismo sacar las conclusiones y actuar en consecuencia. 

Ánimo a todos!! Y gracias, vuestro calor también me llega.


2 comentarios:

  1. Hola preciosa! Hoy tu post me ha hecho reflexionar mucho y, porqué no decirlo, se me han saltado las lagrimillas... Me has hecho sentirme comprendida por alguien que no he visto nunca, pero a quien leo siempre! Un abrazo y ánimo!

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    1. Infinita gratitud! Algunos posts me salen de las rendijas del alma, y éste, la verdad, es uno de ellos. Me alegra haberte podido dar un achuchón a distancia, porque sentirse comprendida para mi es eso. Mucho ánimo y un besote!

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