martes, 18 de diciembre de 2018

La verdad.

Hola, bueno, la verdad es que llevo un tiempo escribiendo y no estoy estudiando. Estoy de vacaciones, de esas que un opositor preferiría no tener. Las vacaciones tras un suspenso.  En otras circunstancias no hubieran durado más de 15 días, pero en esta ocasión es diferente, ya que me había propuesto que si esta vez no lo conseguía, dejaría este camino.

 Y hablo en pretérito imperfecto porque, como suele decirse "tengo la picha hecha un lío". Pocos días después del suspenso me vino a la cabeza la idea "¿y si sigo?". Que esa idea siga en mi cabeza es un poco drama (drama entre todas las comillas del mundo posibles) porque es añadir una opción que pensaba que estaba descartada. Así que me debato entre seguir en este camino (aunque sigue haciéndome ilusión, veo lejos que la decisión se incline por esta vía, como ya explicaré en su momento), pasarme a otros oposiciones (pero me da un asco tremendísimo volverme a encerrar en mi cuarto para hacer "lo mismo", además de tener que luchar contra mi prejuicio de "solo quieres ser funcionaria y te da igual a qué"), o hacer el dichoso máster para el ejercicio profesional (y me da sudores fríos solo pensar en la precariedad laboral que leo que existe en el sector).

Del examen hablaré en su momento, simplemente apuntar ahora que las oposiciones no son un sistema de selección justo, pero es un sistema como otro cualquiera. No necesariamente se selecciona al que más sabe, sin desmerecer a los que aprueban.

Esta vez el palo fue grande, porque pensé que si que iba por buen camino, lo había trabajado todo, aún así, tengo que ser justa, y mi autopresión es probable que me traicionara, porque hice algunos temas bastante por debajo del nivel con que me los sabía.

Esta temporada estoy escuchando todas las opiniones e historias posibles, para hacerme una idea global y así tomar una decisión. Hasta que no la tome prefiero seguir en el anonimato de a qué oposición he estado optando. Sin embargo, mientras tanto, se agradecen todo tipo de historias, consejos y opiniones.

Mucho ánimo!


2 comentarios:

  1. Mucho ánimo. La oposición es un trabajo demasiado mental para el que pocos seres humanos están acostumbrados. Haz lo que te pida el cuerpo, escuchate y dejate llevar por tu intuición ... La oposicion cuando es difícil te vuelve una persona reflexiva en exceso que no para de pensar y que olvida su frescura, su fuerza y su lozanía. Tienes que recuperar eso y relativizar o la cabeza te come. Hay que salir del inframundo de la oposición porque no es Real. Estos días vete al campo (la naturaleza tiene todas las respuestas) Haz deporte, Haz cosas que no sean sentarte a pensar. Paradójicamente cuando te dejas llevar de ese modo las decisiones son mejores y de repente donde había un callejón sin salida ves que se abren caminos nuevos multiplicandose ante ti. Vamos! Eres joven, estas en la flor de la vida, no hay razón para el desaliento.

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    1. Hola, gracias por tus palabras. Tienes toda la razón cuando dices eso de que se nos olvida nuestra frescura, fuerzo y lozanía. Uno con las oposiciones se siente en un camino tan largo y cansado, que en muchas ocasiones parece que solo puede hacer eso.

      Más que desaliento, es desazón...el no saber qué prefiero. Pocas veces me he encontrado en esta situación, el mirar a la derecha y a la izquierda, delante o detrás, y verlo todo con tan poca ilusión.

      Intento dejarme llevar, pero me cuesta, es uno de mis defectos de hecho. En fin, gracias por escribirme, tus palabras y tu nombre, reconfortan. Un beso

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