Hipoteco mi vida, pero ¡con todas las de la ley!. Cada pensamiento, idea, situación que te obsesiona, te quita tiempo, te resta fuerzas y en definitiva suma intereses (en nuestro jerga, días) a este camino.
Sumar días implica alargar el camino y eso supone darle más tiempo a tu cabeza para poder seguir distorsionando la realidad, porque tu realidad no es LA realidad, eso hay que tenerlo claro.
Permitir esos pensamientos es permitirte el no salir de aquí como una persona, sino es salir con "teclas" tocadas que te llevarás contigo el resto de tu vida. Obsesionarte no es solucionar, obsesionarte es no llegar a meta, es ser caprichosa y permitir que tu interés a pagar suba por encima del interés real del dinero, es imponerse sanciones que no mereces y que no tienen recurso alguno.
Esas ideas peregrinas de que tu vida está estancada o de que todos avanzan y tu no, ausme que son falsas desde ya. Eres un coche de carreras en la línea de salida calentando motores y acelerando con el freno puesto. Que tu vida estuviera estancada solo se consigue sin gasolina y sin poder dar ni una vuelta a la llave de contacto (y eso sucederá si no dedicas tu tiempo más que a agobiarte con hipótesis).
Tu tiempo es tu tesoro, valora si ese enfado o esa frase va a algún sitio a parte de crearte cargo de conciencia, porque si solo lleva a eso, solo haces que empeorar la situación, porque ni solucionas nada y encima no podrás ser eficiente.
Los temas es cuestión de tiempo que te los sepas y justamente este gran aliado -el tiempo- es tu mayor enemigo, todo depende de cómo lo utilices y cuántos "rounds" quieras darle. Pero parte de la base de que tu mente tiene límites para mantenerse "higiénicamente sana".
Este año perfeccionarás, mejorarás, cambiarás cosas, pero hoy más que nunca hay que aplicar todo esto, hay que conseguir canalizar toda la fuerza en el control mental, en que tu puedes y sin olvidar que tus fuerzas junto con tu tiempo son lo que harán que cruces la meta.