jueves, 9 de julio de 2015

Bando: se haaace sabeer...

Se haaace sabeeeeer, al pueblo de   
"Una plaza cronometrada" que...

Buenos días/tardes/noches, -depende de la hora a la que leas esto- Lo primerísimo de todo, gracias. Aunque este blog nace de una relación unilateral conmigo misma, mis pensamientos y una racha inicial regulera, se ha acabado en una relación bilateral, muy requeterecíproca y satisfactoria (que eso no viene en el Código Civil, pero os lo digo yo). Nunca he escrito algo que no sintiera, ni que no me representara o que fuera para quedar bien, así que triple sorpresa el que haya gente que se haya pasado por aquí, y más aún (¡insensatos!) que repita. Enormes gracias por hacerme compañía en cada post, las visitas silenciosas, las que comentan, las que te echan la bronca, las que te hacen sonreír y aquellas con las que te salten las lágrimas. Pero gracias gracias gracias, por haber conseguido que no me sienta tan bicho raro en la inmensidad de este camino.

Sshhh!! No asustarse chiquillos que no es un "bye-bye" es un "see you soon". Vamos, que llegamos a esa parte de la que nunca se ha escrito en un Opoblog: los meses previos al examen. O bueno, se ha escrito, pero a toro pasado o bien mini-entrada sin entrar mucho en el "meollo" de la cuestión. Ahora lo entiendo, y voy a seguir esa "tradición", por mi bien para empezar y por el vuestro segundo (las cabezas ya no rigen bien seññooora).

Es mucha presión en el fondo, porque quiero decirme y deciros en una entrada lo que no os podré decir en algunos cuántos meses...Y creo que tengo taaaantas cosas que decir, que lo voy a resumir con la última frase que me va dando vueltas por la cabeza: 

"Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace" 
(Jean Paul Sartre)

¿Por qué esa frase? Porque no es solo lo que dice, sino el ponerla en práctica, lo que creo que es imprescindible para una oposición (y cualquier cosa en la vida, al menos en lo profesional). Consigue que te guste lo que haces -cómo quieras, pero hazlo- y serás feliz, y ya sabemos esas endorfinas lo que consiguen con nosotros: nos hacen IM-PA-RA-BLES.

¿Volveré? Yes, oui, ja, sim, SI. Absolutamente si. No dejaría este proyecto sin al menos una explicación para bien o para mal.

¿Cuándo? Jujuju esa es la pregunta pequeño, LA pregunta. No lo sé. Al menos hasta que me examine del primer ejercicio, no. Si apruebo no sé cuánto tiempo tendré entre el primero y el segundo, así que no puedo asegurar que pueda daros la crónica inmediatamente. Si suspendo...volveré para contaros la épica batalla, que seguro será digna de recordar porque pelearemos hasta la última sílaba del último tema. Así que la franja de tiempo de vuelta será entre que caigan las hojas de los árboles y vuelvan a brotar el año que viene. 

Me prometo y os prometo que haré todo lo que esté en mi mano para volver con una plaza debajo del brazo y un capazo de entradas desgranando cada detalle de cada examen...o al menos, intentarlo :)

Mucho ánimo estos meses, constancia, perseverancia y sobre todo CONFIANZA EN UNO MISMO! 

¡¡Buenos meses a todos!!



viernes, 3 de julio de 2015

Como los resfriados.

Querida, sé que estás asustada. No. Miento. Estás acojonada, con cada una de esas letras atragantadas en mitad de la glotis. El mismo punto donde en ocasiones se juntan los nervios y la ansiedad (que ya es hora de que lo reconozcas, que haberla hayla como las meigas), que no te dejan dormir bien o te aceleran el corazón hasta tener que hacer alguna que otra respiración.

No escondas esa hipersensibilidad a flor de piel, que te hace parecer un gato esfinge: un saco de huesos, carne y unos ojos enormes que lo miran todo con una especie de miedo y curiosidad. Esa misma hipersensibilidad que te hace vivir cada cosa con una angustia vital de que te estás perdiendo cosas, no cosas que no te pasen o que no hagas, sino las mismas cosas que vives pero no, al mismo tiempo. 

No es que no seas feliz ¿a que no? Pero prefieres no plantearte qué sentimiento es el ahora hace latir tu corazón. Y eso sirve tanto para los sentimientos como para el hambre, que lo mismo está que no. No es momento de tomar decisiones, pese a que haya sido necesario adoptarlas, simplemente porque caminas en una fina línea entre la realidad extrarregistral (la vida) y la registral (los libros). Perdona el perogrullo jurídico.

Pero mi niña, esto es como un resfriado, hay que pasarlo. Aunque te parezca que eres el saco de boxeo con el que los veteranos se ensañan en sus días más duros, es al revés, eres el guante de boxeo que entrena para poder dar el golpetazo definitivo que te dé la victoria. 

Sé que has tenido momentos de flaqueza -ay si tus ojos fueran más grandes, acababas con la sequía del país en un periquete- pero te propongo esta reflexión. Tu vida es tuya, de nadie más, por ende tu tiempo y lo que haces con él y lo que consigues con ello, también te pertenece. Así, si en esta ocasión no alcanzaras el objetivo, ¿a quién vas a rendir cuentas? A ti misma. Por tanto, si se diera ese supuesto, tienes que ser consciente de que ayer, hoy y mañana, estás haciendo todo lo que puedes -incluidos esos momentos en que no puedes estudiar porque tu cabeza no da para más- 

Ser consciente de tus limitaciones cognitivas, no es fracasar, es ser realista y no autoengañarse. Saber que lo estás dando todo, es la "cuenta" que tienes que rendirte, y pase lo que pase, saber que no podrás reprocharte nada, porque no podías -fisica, cognitiva y literalmente- nada más.

Así que si quieres, sigue acojonada, ansiosa y angustiada, pero sigue caminando. Confía en ti, tu trabajo, tus mejoras. Sabes que puedes, porque sino, no estarías aquí ¿no?

Buena semanita!