jueves, 26 de noviembre de 2015

El circo del opositar

¡¡Pasen y vean! ¡El fantástico!¡El exótico!¡El único!¡El inconfundible!¡El espectacular.....

¡CIRCO DEL OPOSITAR!

¡Pero Señora no se asuste!¡Que tenemos "tela" de (in)seguridad!
Nuestras instalaciones no contarán con bestias traídas del mismísimo lejano Oriente,
pero  ¿quién se querrá enfrentar a un batallón de cronos de la Asia más profunda (o de lo más profundo del "chino")
afilados como escarpias
esperando dar la hora para que paren de cantar?

¡Niños y niñas, esta Navidad llega el espectáculo a vuestra ciudad!
¡Saltimbanquis!¡Trapecistas!¡Y hasta el hombre bala estarán en la pista!
Como jamás los habéis visto, como nunca podréis imaginar.
Saltimbanquis con los ojos que de artículo en artículo van,
y los trapecistas en el BOE-floja que hoy está y mañana se verá.

¡Caballero, no se vaya!¡Que queda mucho espectáculo que desgranar!
Por no olvidar a los payasos, nuestra figura estelar.
Esos que cuando ya no pueden más se recuestan en la cama para estudiar
y a la que se dan cuenta es el folio el que les avisa que es hora de despertar.
O los que dudan sobre si se ducharon ayer o hace media hora
o ni ayer ni hace media hora, pero total...¡qué más da!.

¡Pasen y vean! ¡Déjense atrapar por este circo que es el opositar!

Buena semanita! :)

"El sentido del humor consiste en saber reírse de las propias desgracias"- Alfredo Landa

jueves, 19 de noviembre de 2015

Mi segunda batalla en el oral.

Llegó al hotel, el lugar donde horas antes había iniciado una suerte de ritual improvisado y que había preferido hacer sola, como los toreros antes de saltar al ruedo. Pero ahora no había ritual, ni soledad ni siquiera la suerte de improvisación, todo parecía automatizado: 


extender brazo-sacar manga-coger chaqueta-sacar otra manga-doblar-plegar-maleta    

botón 1-botón 2-botón 3...sacar manga1-sacar manga 2-doblar-plegar-maleta

botón-cremallera-agacharse-sacar pies-recoger-doblar-plegar-maleta.




Entre comentario y comentario, se oía cómo introducía frases relativas a los acontecimientos, no lo podía evitar, y aunque todos habían estado presentes, le hacían la concesión de cortar las conversaciones y desviarlas al tema que no paraba de desgranar en su cabeza. 

Subitamente se acordó del calor sofocante de los primeros 5 minutos. Precisó de más de 4 horas para rememorarlo, pero una vez lo hizo, recordó perfectamente que el mismo Sol había hecho ademán de colarse en su ropa, tratando de hacer llegar sus rayos hasta sus -ya de por sí- sonrojados mofletes. Ésta fue la primera batalla en este oral, el Sol en su pecho, y la niebla en su cabeza (esos 5 minutos son como los amaneceres en Londres, nebulosos y neblinosos, pero hay que atravesarlos para que comience el día)...¿Cómo quería que la garganta respondiera a su voluntad? 

Cada palabra en esos minutos fue un milagro, en muchos casos un milagro sinsentido -en el aspecto sintáctico y en los demás. Los remolinos de niebla en su cabeza los retransmitía la garganta como si fuera la BBC anunciando el inicio de la II Guerra Mundial...y de fondo los bombardeos de su cabeza "qué mal, qué mal....pero si es muy fácil....¡deslíate!¡vamos!....¡sal de aquí!¡avanza avanza!¡ya estás pasando lo peor!....¡ay dios, otra vez la estás liando!....¡los artículos!¡los artículos y su literalidad!...Sálvalos aunque sea explicando, el daño ya está hecho".

El primer tema pasó, y el segundo, y el tercero...y lo pasó mal, pero no tan mal. El Sol despejó su cabeza sin abrasar su pecho, y siguió la senda, como buenamente pudo. La rabia del primer tema y parte del segundo, picaba superficialmente, pero no era momento de pensar en ellos, había que avanzar, ya habría momento de degustar el mal sabor de boca.

Su segunda batalla vino con empuje. Después de un tema decente, vino el que cuando salió y lo vió, supo que tendría graves dificultades para mantenerlo en pie, siquiera para recordarlo. Era un tema que ella encontraba difícil y que se había quedado allá en el primer día de la última vuelta de repaso. Mal. Fatal. Pero le habían dejado seguir hasta ese momento, ella era consciente de que sus posibilidades eran ínfimas, pero también de que "de perdidos al río" ya fue su estandarte la última vez y le valió para sentirse orgullosa de si misma. Así lo hizo, peleó el tema, como pudo, agarrándose a los 2 únicos folios que recordaba, hablar de generalidades, de ideas básicas, y aguantar hasta que el crono diera un tiempo medianamente decente para que no llamara excesivamente la atención -más aún- la falta de contenido.

Y así fue como, llegó al final, sacando lengua y contenidos, agonizando por el abandono de la voz -aunque duró más que en los simulacros, también hay que decirlo- y...viendo como el crono marcaba 2 minutos por debajo del tiempo reglamentario. 

Aunque esto ya le hubiera dado una pista de qué pasaría -y aunque ella lo veía pero no quería creer- pasó la tarde cruzando los dedos, pensando en la benevolencia del mundo, en la que podría tener el tribunal. Pero no fue así, porque "igualdad, mérito y capacidad" además de palabras, son realidades, y la realidad es que no había conseguido alcanzarlas al completo.

Hasta que no se quedó sola, esa noche, no se dió cuenta de la magnitud, de las implicaciones, de su futuro próximo y no tanto. Y sintió un vacío tan grande, tan grande, tan grande, que no había sábanas suficientes para protegerla de ese sentimiento. Qué miedo pasó. Cuánto insomnio. Cuántos ¿y ahora qué?. 

Pero ese vacío se diluyó. Y aunque el miedo siga, ha conseguido dormir, y el ¿ahora qué? tiene su respuesta (seguir seguir y seguir) y el hotel quedó atrás y sus sueños siguieron. 

PD: Aunque las fuerzas flaqueén, y aunque no estemos al 100%, aunque solo veamos un único rayo de Sol y todo lo demás sea oscuridad, aunque no sepamos quiénes somos ahora mismo, ni si somos tan grandes como este camino, ni si el "yo" que conocía seguirá estando para mi cuando esto acabe, hay que tener fe. Mucha. En nosotros. En nuestra valía. En lo que sea, pero fe. LO CONSEGUIREMOS.

Dedicado a todos los que hoy no son, pero serán. No desfallezcáis (amos).


jueves, 12 de noviembre de 2015

Inseguridad: ¿de Calimero a Schwarzenegger?

Hoy venía dispuesta a poner un toque de humor con algunas de las "rarezas" que acumulé estos últimos meses, que he ido apuntando y que echando la vista atrás me entra la risa solo de pensarlas, pero la verdad es que no puedo. No puedo porque me prometí escribir también sobre lo malo, y esta semana lo ha sido.

Los problemas siempre me gusta tratarlos del mismo modo para evitar quedarme en la fase Calimero y encontrar una solución (porque todo problema tiene la suya siempre), así que voy allá:

 ANÁLISIS "CALIMERÍSTICO"

- Sigo yendo lenta estudiando (el "paraíso" del segundo día con un incremento del 500% respecto al día anterior solo fue un espejismo). No paso de los 2 temas al día, cuando el objetivo a alcanzar son 5 o 6 diarios. 

- Me desconcentro fácilmente, ya no me hace falta que ningún tipo de tecnología esté a mano para que me suceda. 

- Empiezan a "atacarme" pensamientos sobre si el nuevo sistema que estoy siguiendo dará resultados, consecuentemente bajo el rendimiento y eso no hace sino hacerme dudar aún más. También empiezo a preguntarme si es que esto no será muy grande para mi (soy la primera que me doy collejas psicológicas cuando lo pienso, pero esos pensamientos también están).

- Me estoy dejando los cuernos en la literalidad, machaco cada artículo como si no hubiera un mañana, lo cual me retrasa en cumplir el objetivo diario marcado, y eso no ayuda a pensar que el sistema funciona.

- Llego al cante y los temas puedo defenderlos pero es llegar a un artículo y me bloqueo, aunque en casa me haya cantado el tema 4 veces. Se me traba la lengua, o tengo que pensar las palabras por miedo a no ser literal y eso relantece la exposición, me pongo nerviosa y ...bloqueo. Soy capaz luego de seguir el tema pero con muy poca seguridad (y ya si viene una retahíla de artículos, apaga y vámonos).

- Mi seguridad y confianza en mi misma está missing, muerta en combate, y lo peor es que no sé a qué se debe (y creo que es el problema real de toda la película realmente).

Así que esto es el pescado que se muerde la cola, porque la causa (falta de confianza) se convierte en consecuencia, y sigue.....y sigue.....y sigue.....

POSIBLES SOLUCIONES

- Ir a un psicólogo-coach. Es una posibilidad que me ha planteado el preparador. No tengo un problema de conocimientos -aparte de los normales de los detalles, repasos, etc- sino de confianza. Al principio de la semana le dije "psa, bueno me voy a dar algo de margen y ya si veo que sigo igual iré". Pero ahora lo veo desde otra perspectiva.

El segundo cante de la semana no me ha ido como esperaba, sino mucho peor. Literalidad mala en artículos simples y que me gustan, que me he cantado, que he absorbido y que forman parte casi de mi familia. El problema ha sido que cuando "llegaban" en la parte del tema, en mi segundo o tercer subconsciente (ese que los opositores desarrollamos de forma sobrehumana) aparece la frase "que viene que viene eh eh", que me presiono hasta el punto de bloquearme. 

Así que si cuando me duele la espalda voy al fisio, quizá que ahora me "duele" la confianza debiera ir a un médico de la misma. 

- Estudiar con crono. Es algo que hice -y que contaré- las semanas previas al examen. Sabía que un tema no podía tardar más de 5-20-40 minutos en mirarlo, y para que no se me fuera la cabeza a otra cosa, empezaba a cronometrar, de modo que ver el temporizador contar era una forma de "presión" para centrarme. Aunque no sé si ahora presionar sobre la presión sería perjudicial...

- Darme más tiempo, aún es pronto. Lo de quedarme de "brazos cruzados" no es lo mío. Han pasado 2 semanas desde que me reenganché (jerga de drogadicto, porque algo de eso también tiene la oposición) y no evoluciono, me he estancado o retrocedido un pelín. Casi casi descarto esta opción.

- Echar más horas, lo de los artículos es problema de que en el fondo no te los sabes. Si fuera así no me los podría cantar en casa tampoco ¿no?

- Leer libros de autoayuda, ir a yoga....para rebajar la autopresión. Me gusta y disgusta a partes iguales. Me gusta porque pueden efectivamente ayudar a rebajar esa presión, pero por otro lado ¿qué títulos?. Y lo de yoga....un sitio donde estás sentado y silencio (sé que simplifico mucho) no sé si me ayudaría mucho. Pero estoy abierta a sugerencia e ideas al respecto.

- Reencarnarme en Schwarzenegger, estar encantadísima de conocerme y así superar mi problemilla...Lo malo es que a lo mejor tendría superdesarrollados todos los músculos menos el que necesito. Así que descartada...

La verdad es que ando perdida. No sé si a alguien le ha pasado esto de que la inseguridad se le ha comido el 80% de lo que era como opositor. Y si ha sido así, cómo lo superó. Lo cierto es que no sé qué hacer ahora mismo. No es que esté llorando por las esquinas, pero quiero salir de esta y sentirme yo otra vez. 

Me vendrían muy bien vuestros consejos, aportaciones, sugerencias o fórmulas de reencarnación :)

PD: La tercera fase evidentemente es la FASE SCHWARZENEGGER, de la cual espero poder escribir muy pronto.  

Buena semanita!

jueves, 5 de noviembre de 2015

A grandes sueños



"No hay nada imposible, lo que pasa es que hay que tener claro que, cuando persigues un sueño, en función de cómo de grande es tu sueño, así van a ser tus sacrificios. Yo siempre me he permitido el lujo de soñar muuuy grande, así que siempre he tenido claro que mis sacrificios iban a ser igual de grandes  -David Muñoz".
Nos pensamos que estamos solos. He llegado a leer que al opositor no le entiende nadie que no lo sea o haya sido. Y en parte es cierto y en parte no. Porque lo mismo pensará el científico que no sabe si su estudio sobre la araña Calponia Harrisonfordi (si, existe, y si se llama así por el actor) dará sus frutos, si se quedará antes de tiempo sin presupuesto o si hará con ella el descubrimiento del siglo.

A este señor, que tiene la desdicha además de vivir rodeado de seres minúsculos que no prestan colaboración alguna en su causa, será difícil que le entiendan sus amigos cuando diga eso de: "no, esta noche no puedo que eclosionan los huevos de la Calponia Harrisonfordi y tenemos que contar el número de crías que se mantienen con vida". Imaginaos la escena sin reiros....¡imposible!

O el emprendedor, profesión (nunca supe si la de emprendedor es una profesión en sí misma) se vincula inexorablemente al triunfo y éxito, lo que a su vez tenemos la maldita manía de unirlo a la palabra "fácil" y "sin esfuerzo" -nada más lejos de la realidad. Ese treinteañero con sueter, vaqueros y zapatillas (¡tanto cliché junto no que m'enamoro!) al que los amigos solo recuerdan por las fotos de la graduación de la uni y al cual probablemente le suelten todos los findes aquello de "algo mal tienes que estar haciendo, y sino mira al de Facebook que bien vive" (aunque no tengan ni idea de cómo vive Mark...pero bah, eso es lo de menos). 

Y nuestro fantástico científico especializado en los arácnidos, nuestro intrépido emprendedor y nosotros mismos como representantes del mundo opositor, nos quejaremos a nuestros respectivos grupos de seres-a-los-que-nadie-entiende-ni-nunca-entenderá mientras se lamen las heridas unos a otros porque ese viernes tampoco podrán salir a hacer "vida normal" (otro tema que también podríamos analizar ¿por qué tengo que tener una vida dentro de lo normal, si yo nunca me he considerado dentro de esa campana de Gauss?). 

Así que por eso me fijé en el cocinero de la cita, porque todos los grupos cuya profesión requiere salirse de la media del esfuerzo normal, tendrán unos sacrificios superiores a los de la media. Por tanto, asumamos que tenemos un sueño grande y que nuestro trabajo lleva implícito esos "no-puentes", "no-findes", "no-puedos". Solo ese sacrificio nos llevará al éxito.

PD: dejo el link en la cita del programa del que la saqué, el video dura poquito, pero si tenéis tiempo vale la pena también ver el programa entero: "Planeta Calleja con David Muñoz".

domingo, 1 de noviembre de 2015

Chungo que te cagas

Nunca he escrito abiertamente sobre los momentos duros en la opo, o no lo he hecho todo lo abiertamente que quizá debiera. Este tiempo de reflexión -el cuál ha llegado a su fin, como dentro de unas líneas explicaré- me ha llevado a pensar que a partir de ahora describiré también esos momentos. Intentaré no darles mucha importancia porque lo del victimismo no va mucho conmigo, pero creo que una de las áreas en las que más solos nos encontramos es en los malos momentos. Son muchas las veces que en estos meses he pensado si lo que me estaba pasando era normal, si esto no estaría hecho para mi (para darme de guantás, lo sé, pero lo pensaba) o si estaba empezando a convertirme en carne de psiquiatra.

Así que por esos mismo empezaré. Lo del fin del tiempo de reflexión digo, no lo del psiquiatra (aunque todo sea que... :-p). Las vacaciones llegaron a su fin,  esta semana en la que entramos me enfrento al primer cante después del examen, y....

Estudiar está siendo chungo que te cagas. 

Llevo 3 días estudiando, contenta porque el ser una ni-ni nunca ha ido conmigo del todo, pero a la vez un poco contrariada.

El primer día que volví a encontrarme con el maravilloso "El concepto del derecho", aguanté 6 horas sentada (¡olé esa paciencia que ha vuelto a mis carnes!), pero no fui capaz de estudiarme más de medio tema (el billete de vuelta a casa debe ser que aún no le ha llegado a mi capacidad de memorización, un gran meeeec para ella). 

El segundo día fue mejor, me acabé ese tema y me estudié otros dos. Algún matemático-estadístico de la sala dirá, ¡qué champion, un 500% más que el día anterior!. Y sí, pensé "bueno...la progresión no me disgusta, aún hay que darle un poquito de gas al asunto, pero vamos bien". Je-je-je, nada más lejos de la realidad.

El siguiente día...2 temas solo...

Así que, como decía, está siendo chungo que te cagas. Primero porque tengo sentimientos encontrados, entre mucha ilusión por esta nueva oportunidad que me doy y luego pereza de volveeeer a empezaaaaar. Pero claro, esto último se contrarresta con el nuevo temario y con las modificaciones (¿sigo en España verdad? porque todo parecido con lo que me estudié para el examen es pura coincidencia). 

Da un poco de "rabia" el estudiar tan lenta, teniendo en cuenta la panzada de horas y temas de la última vez que aposenté mis nalgas en esta silla. Pero claro, aquí es donde me obligo a reiniciar la "pelea" mental en la que intento repetirme cual mantra:

1. Aquello NO era estudiar, era repasar bajo presión (y subrayarte que era bajo presión).
2. Estoy tratando de enmendar errores, es decir, fijame en los detalles, p-a-l-a-b-r-a a p-a-l-a-b-r-a. 

Así que son razones suficientemente potentes como para ir lenta. Más aún si lo unimos a que no he ejercitado para nada nuestro músculo más sexy (el cerebro) en el último mes. 

En fin, que la semana empieza y hay que ponerse a lucharla. ¡Buena semanita!