jueves, 29 de diciembre de 2016

2016, el año al que sobrevivimos.

Es costumbre por estas tierras (las de este blog) hacer un "brainstorming" de las palabras que definen el año que se cierra ("Palabras el mejor resumen" y "Palabras el mejor resumen (y 2) ) No obstante, este año que ha sido la tormenta de los años, que nos ha dejado tiritando, se merece algo más que una aleatoria apertura de las páginas del diccionario.

Así que si, brindo por los cambios del año, esos que me han hecho plantearme mi lugar en el mundo, y replantearme una y mil veces este camino. Cambios de forma de preparación, de reeducarme en el estudio seriamente, de hacer 3 respiraciones cada 10 minutos porque esto no hay dios que lo haga la paciencia se acababa. 

Y brindo también porque hemos sido fuertes y valientes, y nos hemos sabido enfrentar una vez detrás de otra a nuestros mayores miedos, y si estamos aquí, es porque algo habremos hecho bien en esta hazaña.

Que aunque hemos llorado (más de lo que en un año debiera estar permitido), hemos reído (infinito), y hemos intentado ver lo bueno en todo lo malo. Que hemos sido capaces de enfadarnos hasta el punto de ebullición, y con un "lo siento" nos hemos convertido en agua de spa. Los sentimientos han ido, venido, revuelto y revenio', y aquí seguimos (y solo esto, ya es motivo de celebración).

Brindo por la salud.....y por la ausencia de ella. Nunca se aprecia tanto lo que se tiene, como cuando se pierde. Y de eso, este año, hemos tenido 2 tazas. Aprender lo efímero del ser humano (y que oye, formas parte de esa especie animal, que a a ti también te toca). Aprehender los buenos momentos, reirse de los vampiros emocionales (pa' lista yo!), saborear un rayito de sol y conformarse con una llamada de teléfono, cuando la vida no nos da para más.

2016, el año que descubrimos el poder del "yo quiero" y el de "me conformo", pero también del incorformismo (seña de la casa, oiga). El año de los "ajenos"; alegrías ajenas, que se convierten en propias; el de los primeros empleos; el de los viajes a la otra punta del mundo; el de los logros profesionales; el de conseguir una plaza; el de la interiorización de las cosas; el de dejarse enseñar y el de enseñar; el de perdonar y superar las cosas con dialogo y amor.

Me llevo un capazo de aprendizajes, de momentos amargos y de muchas esperanzas. Ojalá el nuevo año traiga todos la magia que 2016 no supo, los sabores donde puso sinsabores y las hazañas donde colocó piedras en el camino. Pero de todas, que nos dejé seguir creciendo y evolucionando hacia la persona que tenemos que llegar a ser.

En definitiva, ha sido un año al que, a primera vista, hemos sobrevivido, pero echando la vista atrás,.... puede que a fin de cuentas, también lo hayamos vivimos ¿no?

Buena entrada de año a todos!

Lo conseguiremos!!!!

viernes, 16 de diciembre de 2016

Por qué o para qué

Soy persona que necesita procesarlo todo (o casi todo) y traspasarlo al lado de lo racional, entender el por qué o para qué de todos los acontecimientos que pasan en mi vida. Siempre he estudiado primero entendiendo y luego memorizando, porque entender el proceso de cómo se llegó al concepto, pongamos de "salario" (a los soldados en Roma se les paga con sal porque era un bien preciado) me ayuda a recordar que tengo que decir "salario" y no sueldo. Es el único ejemplo que se me ocurre, pero vamos, así con todo, desde un concepto a un proceso o un contrato.

Esto unido a mi cabezonería de "yo sé qué me ha funcionado durante toda mi vida de estudiante, no me vengas a decir ahora que no sé estudiar" ha sido un gran handicap durante un tiempo largo en la oposición. Primero porque no entendía muy bien qué diferencia había entre rellenar con muchas palabras diciendo poco o decirlo todo tal cual el texto estaba, y por otro tampoco me creía que un tribunal que no tiene mi tema delante me pudiera seguir hablando tan rápido y por tanto valorar si mi tema era mejor o peor que el de otro compañero. Podéis decirlo si, soberbia a raudales.

Ahora que los humos se me han bajado y que conozco "un poco más" este mundo, me doy cuenta de que sí que se puede seguir un tema y saber si se está mareando al personal o se está diciendo lo que un tema decente debería poner, aún cuando el tema de esa persona en concreto no lo hayas visto nunca. 

Pero sobre todo, creo que he entendido el por qué o para qué de saberse los temas al dedillo (y por dedillo nuestra RAJO (Real Academia de la Jerga Opositora) entiende decirlos como si dijeras tu nombre, domicilio y DNI,  esto es, sin practicamente pensar y de corrido) y eso para mi, es como alcanzar el nirvana: entender por qué hago algo y qué fundamento tiene.

Para mi realmente tiene dos, uno más práctico y otro más técnico (por llamarlos de alguna manera que se acople a su objetivo):

1. EL PRÁCTICO: aprobar, vaya, que es el objetivo más acuciante. Cantar un tema cansa lo justo, te calienta la sesera pero nada más. No obstante, hay que tener en cuenta que el día de la verdad estarás cantando 60 minutos (o más, según qué opos). Cuando he ido a examen, y he aguantado la hora entera, los primeros 20-27 minutos los aguanté más o menos fresca de mente, pero entre los 28 y los 35 de repente la concentración vuela, el cerebro casi te pide que pares, y aún te queda más de la mitad del examen... Es una sensación un tanto agobiante, porque tienes que seguir pensando y reponerte (a los 38-40 minutos a mi se me volvió a reactivar el cerebro en un 80%-90% aprox).

Saberse los temas al dedillo, implica que tu cerebro trabaja pero no a un nivel de exigencia extraordinario, que implique construir frases con sentido sintáctico y sistemático, sino que fluya la información que conoce muy bien. 

No he tenido oportunidad de probar el nuevo método (que me está acercando a ese "saberse los temas al dedillo") pero el otro día hice una prueba. Precavida o masoca de mi (o ambas, yo ya no sé), cogí y me hice un cante de 45 minutos. Mi sorpresa fue que me cansé mucho más tarde que lo hacía con el antiguo método, por lo que llegaba al minuto 35 con capacidad todavía de pensar y sin ese sobrecansancio que antaño sentía. 

2. EL TÉCNICO: ese que quizá ahora es más secundario, pero que en el día de mañana, aprobemos o no, en nuestro ejercicio profesional nos ayudará a encontrar soluciones más rápida y eficazmente. Creo que todo el conocimiento que he adquirido, me ayuda a entender el ordenamiento jurídico en su magnitud, y aunque me falten infinidad de cosas por aprender (no hay nada mejor para que te pida tu hermana que recurras una liquidación de tasas ante la Seguridad Social para darte cuenta de que no sabes hacer ni una O con un canuto) me ha dado una visión mucho más ¿real?¿técnica? de él.

Así que a estudiar, persistir y no desistir.

¡Lo conseguiremos!

jueves, 8 de diciembre de 2016

Black Friday: el simulacro

En toda nave nodriza siempre hay un sistema de comunicación para saber lo que pasa en la otra punta de la nave y en el exterior. En la mía, las noticias buenas y malas, van precedidas de un "brrrr brrrrrrr brrrrrrrr" y una luz parpadeante, y en esta ocasión no iba a ser distinto. 

Un mensaje al grupo de preparación (la sonrisa que se me había dibujado se convirtió en un rictus, algo debía pasar). Era sábado, y en sábado el grupo siempre está en calma. Algo gordo debía pasar. El Capitán mandaba instrucciones "Atención atención. El próximo viernes la tripulación se reunirá para simulacro de batalla final. Repito. Simulacro el viernes. Todos a las 15 en el lugar habitual".

Y de pronto...en ese grupo la calmachicha se convirtió en ojo de huracán. La órbita de los planetas se desplazó y nos miraba directamente a nosotros con un ¿y ahora qué?¿cómo debe continuar la historia de la astronomía? Y los tripulantes, nosotros, enmudecimos, y aunque en una pantalla no se puede distinguir si el silencio es vacuo o sustancial, entonces si que lo supimos. Nuestros dedos quisieron marcar un "mayday mayday" donde realmente solo nos atrevismos a poner un simple "ok".

La instrucción estaba dada, sin opción de reproche. Un simulacro colectivo. Pero la pregunta era ¿cómo afrontar la semana? era momento de poner en práctica alguna de las enseñanzas de estos meses (no hacer especial un cante, meter la cabeza en mi nevera cada vez que fuera necesario, confiar en mi....) 

Y así pasaron los días, con las tareas que toda nave requiere, hasta que nos plantamos en nuestro peculiar Black Friday (¿casualidad? no lo creo). Muchos acontencimientos históricos han pasado en Viernes, y han acabado pasando a los anales de la Historia como Black Friday. Puede que el nuestro diera para una nueva entrada en Wiki, que sería recordado en lo sucesivo.

Así, los tripulantes enfundados en nuestros mejores trajes de astronauta, salimos al exterior de la nave, al vacío. Parece mentira cómo el sitio en el que te desenvuelves cotidianamente puede variar según la situación en la que te encuentres. Ese espacio cientos de veces paseado, parecía completamente ajeno. 

Una vez hechas las respectivas preguntas, el Capitán avisó de una última regla: el orden de llamada sería aleatorio. ¡Menuda sorpresita, mi capitán! Pero una vez más, justo como hacía 7 días, nuestras voces quisieron alzarse pero no salió mas que un mudo "de acuerdo". 

Fueron sucediéndose los llamamientos, uno detrás de otro, arduas batallas libraron los tripulantes, unos con tics, otros con tembleques iniciales y unos pocos muy solventemente. Mientras tanto, traté de seguir sus batallas, tratando de rememorar y analizar si lo hubiera hecho igual o no. Cuando, como si de un derecho de abolorio se tratara, me llamaron en la penúltima oportunidad, la sexta.

Cogí todos los cachivaches que se nos permite a los de mi rango, me bajé la visera y apunté. La batalla comenzaba y para mi sorpresa, pese a que a lo que me enfrentaba era completamente nuevo, fui superando los ligeros fallos que los nervios te hacen cometer. El pánico escénico inicial, de saber que los otros tripulantes andaban tomando nota de mis fallos y mis aciertos, supuso algún tembleque, pero conseguí superarlo con una respiración profunda en una fracción de segundo. Me puse en mi sitio, seguí y terminé.

El Capitán estuvo orgulloso, y superamos el simulacro. 

"Un pequeño paso para el tripulante, un gran paso para la nave espacial " 
(era así ¿no? :-p)

¡Lo conseguiremos!

jueves, 24 de noviembre de 2016

Opotienda ¡DE VERDAD!

Bueno...de verdad, verdaaaad....que yo sigo siendo opositora, y ni vendo ni me regalan. Pero, en mi "Opotienda ¿dígame?" se me olvidó colocar un invento que J-A-M-Á-S pensé que podría construirse, existir y...¡venderse!.

Y ahí me ves, como todos los días al acabar la jornada, con mi última obsesión: el estudio sociológico del porqué del fenómeno youtuber y el vlogging diario -no preocuparse, que básicamente consiste en ver videos como cualquier hijo de vecino ("adolescentoso", eso sí), cuando de repente, me encontré con EL invento. Me parecía tan imposible, que cuando lo vi, pensaba que era una broma del youtuber, eso no podía existir a no ser que fuera magia. Y va, que es verdad (inserte risa de loca histérica aquí tras conocer a su ídolo).

Al susodicho youtuber (Mario Marzo) algunos lo conoceréis porque salía en una serie de tv hace unos añitos, pero ahora, convertido en un joven (bastante apuesto, pa'qué engañarnos) pianista, se dedica también a colgar algún video en su canal de youtube, con un tratamiento de las historias, la luz y la escenografía bru-tal. Pero bueno, esto entra dentro de mi obsesión, de la cuál si acaso hablaré algún día.

El video en cuestión era la prueba de unos cascos que te los pones durante 20 minutos y por electroestimulación te agiliza el aprendizaje, hasta el punto que él conseguía aprender de memoria una pieza de Bach (de lo más difícil en piano) en 1 hora, siendo que otra equivalente sin los cascos le costaba 1 semana :-O 

Son los "cascos joyadelacorona", bueno, así los hubiera bautizado yo, aunque seguro que algún listillo de marketing me hubiera dicho lo de "is qui is mii lirguii, isi ni li vi a intindir nidii". Así que les han puesto un nombre más aburrido, obvio y anodino "Halo Neuroscience" para que veamos "lo muy científico y modernote que es". Os dejo el video en que lo descubrí:


Es que si esto es verdad, si reduces el tiempo de aprendizaje tanto...ufff...es que...¡ni me salen las palabras! 

Para ponerle pegas, dado que no está en mi poder, y por tanto aunque me arquetechifle, tiene que ser algo malíiiiisimo y perjudicial, he encontrado 2, bastante importantes, a saber:

1. La primera y obvia ¿qué efectos secundarios cerebrales tendrá esa electroestimulación? ¿qué efectos perniciosos y problemas psiquiátricos puede dejar en un cerebro cuerdo y tiernecito como el de las angelicales neuronas de los opositores? ¿y si en el fondo esto es un plan para controlar nuestro cerebro? ¿y si es el heteropatriarcado casposo y retrogrado el que está detrás de todo este montaje? Bien, dejando al lado las teorías conspiranoicas en las que esto ha derivado jiji (espero entiendan la ironía de estas palabras).

2. El precio: 749 dolares. ¡Setecientos cuarenta y nueve!. Aunque ojo, que son chupiguays y lo han rebajado a 699 por tiempo l-i-m-i-t-a-d-o, calderilla para nuestro bolsillos tete.

Dicho lo cual, y dado que ambas razones son poderosas para no tener entre mis manos esta "joyadelacorona", fui más allá y me planteé si sería capaz de cualquier cosa por mejorar, ir más rápido y aprobar. Si realmente tuviera la posibilidad de comprarlos, ¿los compraría, aunque eso pudiera tener unos efectos secundarios por ahora desconocidos?. Y la respuesta, para ser franca, la tengo casi clara, pero no del todo. Por suerte mi bolsillo si :)

¿Y vosotros?

¡Lo conseguiremos!

viernes, 11 de noviembre de 2016

El video que yo también haría.

No soy mitomana, nunca lo he sido realmente, porque siempre he creído que detrás de todo personaje siempre hay una persona (con sus debilidades e imperfecciones). Pero en esta profesión, me ha dado por buscar referentes (unos lo llamarán gregarismo, me gusta más llamarlo motivación ¡y qué vivan los eufemismos!). Y sí, hoy vengo a hablar de Valentí Sanjuan.

El muchacho llevaba 3 años persiguiendo acabar la Madrid-Lisboa (55h, 770km en bici sin parar). El primer año que lo intentó sufrió una caída, el segundo se quedó fuera de tiempo, y este año....¡lo consiguió!. 

Para mi los paralelismos son más que notables, con este, nuestro camino. Perfectamente puede pasar la caída por una mala bola, el fuera de tiempo por unos minutos de más/menos en la exposición...y bueno, evidente que... ¡nosotros también lo conseguiremos!. 


Este video lo habré visto 5 veces sin exagerar, la primera vez me emocioné porque me puse en su piel. En él se percibe el orgullo, la emoción desbordante, las secuelas del esfuerzo titánico, todos los sentimientos oprimidos en los meses previos (¿y si no lo consigo?¿y si esto no es para mi?¿valdrá la pena el esfuerzo?), el cansancio, lo al límite que ha estado, lo casi obsesivo del reto...

Cuando lo vi pensé que es el video que, si no tuviera vergüenza, haría el día en que consiga mi plaza (quizá con muchas más lágrimas). 

Haría un análisis exhaustivo del mismo, pero solo destacaré sus pensamientos (que son los que yo muchas veces tengo), para no abandonar a "estas alturas de carrera". Fueron 2 las reflexiones:

"1. Solo tú y tu gente mas cercana saben a lo que has renunciado, las horas que has dejado de tener con tu pareja, con tu hermana, colegas, en el sofa...todo lo que has perdido, sacrificado y dejado al margen por llegar a Lisboa, solo lo sabes tu y esto no se puede quedar sin recompensa. Y sabía que, cuando llegara, la tendría. No es que quisiera abandonar, es que son momentos en que sabes que te vas a caer".

"2. Por favor, tengo que llegar porque no quiero pensar en que estaré 1 año más perdiendo peso, entrenando, renunciando para acabar la carrera más dura del mundo, porque no pudiste llegar porque literalmente tu cuerpo no pudo mas".

Tuve la suerte de poder acudir a la gira del documental  que han montado sobre la Madrid-Lisboa, y me sentí verdaderamente identificada con todo lo que van contando durante la carrera. No es ni la mejor producción, ni los mejores planos y audios que han hecho, pero desde luego, si alguien no entiende lo que es una oposición, para mi lo refleja perfectamente.

Ya está colgado en youtube, es larguito (45 minutos) pero vale la pena, por aquello de la motivación (o el gregarismo) según quién lo lea ;-)

¡Lo conseguiremos!

viernes, 4 de noviembre de 2016

Haciendo temas.

Cara de "¡Aaah! ¡Está desactualizado!"
Probablemente me esté metiendo en un berenjenal, pero oye, aquí van los consejos que a mi me hubiera gustado recibir cuando empecé a opositar acerca de cómo afrontar la redacción de un tema. (Vaya por delante que es opinión personal y blablabla, ahórrense comentarios los "haters").

1. ¿De dónde saco la información para empezar a hacer un tema?

En primer lugar, todos solemos tener un tema base, el que nos mandó el preparador, el de Carperi, Luzón... Sin embargo, creo que lo primero que un opositor debe aceptar (cuanto antes lo asumas, mejor, ya que yo me pasé muuuuucho tiempo super indignada por este motivo) que los temas nunca estarán ajustados a tiempo, actualizados y con una estructura que para ti sea lógica.

Hay gente que puede "guarrear" esos temas y estudiarse solo lo que subrayan, cantar saltando párrafos en blanco, etc. Personalmente no soy partidaria, por 2 motivos:

  • El primero porque para mi es hacer trabajar a la cabeza el doble porque visualmente en el folio hay letra que luego no tiene que decir, y eso con 5 temas puedes "acordarte" de que el hueco ese está porque no era importante, pero cuando llevas 300....quizá no tengas tan claro si el hueco ese debía estar o es que te estás saltando algo importante.
  • El segundo es que haciendo tus propios temas, los acomodas a tu forma de expresarte (si a ti te sale mejor decir "derechos, cargas y gravámenes" `¿por qué vas a tener que leer en el tema "cargas, gravámenes y derecho"?). Además, cuando haya modificaciones legislativas (que las habrá) los tendrás a ordenador y será cambiar una cosa por otra. Mucho más ágil -sobre todo si te lo cambian a 1 mes del examen.
Sea cual sea el método que utilices, deberás revisar tooooodos los artículos que salen en el tema, para comprobar que están actualizados (y que ninguna "mano inocente" ha cambiado la dicción literal de los mismos..... me ha pasado en más de 1 y 2 ocasiones ¬¬).

2. Y si aparece un tema nuevo ¿cómo lo hago?¿si yo no soy mas que un opositor?

My friend, para mi una de las cosas que debe enseñarte la oposición es a tener criterio "jurídico", y eso entre otras cosas, se demuestra sabiendo hacer un tema desde cero. Decidir qué es importante y qué no, y cómo debería ser una estructura lógica. Y tranquilo, lo máximo que puede pasar es que el prepa te diga que te falta o te sobra tal o cual información (si llevas tema hecho por ti, del cuál no estás muy seguro, puedes pedirle que te lo pregunte, para comprobar si su contenido es correcto).

Lo primero es seguir la lógica del principio de jerarquía normativa. Un tema se empieza por el principio. Así, yo siempre acudo a la ley, la costumbre y los principios generales del derecho (+ jurisprudencia, Resoluciones DGRN, Resoluciones TEAC...).

Además, los temas yo los suelo estructurar siguiendo de más a menos importancia estas fuentes. Es decir, si tengo que hablar de la propiedad horizontal (como ejemplo), primero hablo del derecho de la UE, luego la CE, luego el Código Civil y luego las leyes especiales. Lo bueno de seguir siempre la estructura de mayor a menor jerarquía es que, luego si tienes algún "lapsus" sepas que ahora "debería ir un artículo de la CE" y por tanto tengas un "truqui" extra para acordarte.

Me subieron las dioptrías cuando me pasaron un tema cuya fuente "jurídica" era un periódico corriente y moliente (al menos tuvieron el detalle de poner las fuentes del texto, para desde luego NO UTILIZARLO).
 
3. ¿Cómo sé cuántas páginas son "x" minutos cantando?

Para mi esta pregunta no tiene una única respuesta, sobre todo porque depende mucho de la capacidad de expulsar información clara y lógica de cada uno. Yo suelo utilizar la regla de contar 2 caras de folio menos que minutos tiene el tema. Por ejemplo, si el tema tiene 15 minutos, el tema tendrá 13 caras de folio. Pero he conocido a gente que cuenta las palabras (en el contador de word, tranquis).

4. ¿Cómo decido qué es importante? 

Fundamental los preceptos. El Tribunal espera artículos, cuanto más literales mejor (porque cuanto menos se deja a la improvisación, menos probabilidades de error). Habrá materias -según la opo a la que te dediques- que requerirán más literalidad que otras, esa es una pregunta que deberías hacer a tu prepa. 

Una vez tengas seleccionados los artículos, a continuación la doctrina es lo segundo más importante. Los de las ramas jurídicas somos opinadores natos, algunos sin embargo tienen el estatus de "doctrina", y lo que digan va a misa. No te quedes solo con una doctrina, aunque parezca una perogrullada, hay que decir aunque sea un mínimo de cada una de ellas (y sí, los nombres de los autores hay que saberlos, al final verás como son casi como de la familia).

Si aún queda espacio en tu tema, mete jurisprudencia, a poder ser reciente. Sé que la frase anterior ha hecho saltar las alarmas de más de uno (¿¿¿¡¡¡¡pero cómo voy a buscar jurisprudencia con la de tiempo que eso lleva y el poco que me sobra al final del día!!!!!??). Mi truco: seguir en redes sociales blogs jurídicos y abogados, catedráticos, magistrados, notarios, inspectores.... porque normalmente suelen colgar links a novedosas sentencias (recomendables "Los paseos jurisprudenciales" de Justito El Notario).

También, según la materia, se pueden añadir Resoluciones de la DGRN o del TEAC o Acuerdos de las Salas TS, TSJ...

5. Otros: yo siempre apunto la fecha en que redacté el tema, para así saber cuándo fue la última vez que lo actualicé. De modo que, para épocas de ingente cantidad de reformas, no tener que revisar caaada vez si los artículos están a la última modificación.

Como he comentado, es importante estar al tanto. Leer las noticias, leer las Referencias del Consejo de Ministros los viernes (para ver qué se nos viene encima), el BOE por las mañanas (con el cafelito servido por Bautista (¡ojalá! :-p)) y blogs jurídicos. 

Todo sin agobiarse, porque lo primero de todo es ESTUDIAR.

Creo que eso es todo, si se me olvida algo ya sabéis ;)

¡Lo conseguiremos!

PD: mi plan del "finde a la japonesa" ha sido un completo fracaso, solo he conseguido adelantar el reloj un cuarto de hora...en fin, el invierno que viene más.

viernes, 28 de octubre de 2016

¡A la japonesa!

Y no, no hablo de mi cara con fotofobia el día de descanso cuando salgo a la calle....¡qué podría!.

Para aquellos que están pensando en conseguir un "puñadito" de horas extra en el día o para los que están demasiado acostumbrados a la rutina diaria (en la que te conoces las horas bajas y altas, esos pequeños engaños mentales con los que logras estirar 5 minutitos más los descansos de después de comer (y que no deberías hacer en el fondo), o cuando ya sabes si a tal hora llevas tal número de páginas "vas bien" o no (y el correspondiente chute de estrés o relax)) he pensado que este finde nos brinda una oportunidad.

No me refiero a que este fin de semana es en el que podemos sacar a relucir nuestro kit de muerto viviente (ojeras, tez blanquecina y cara inexpresiva) en cualquier acto social sin llamar la atención, si no por el ya polémico ¡cambio de hora!

Y desde este foro reivindico el poder del cambio de hora como catarsis. Porque si, cualquier español se está frotando las manos pensando que el domingo dormirá una hora más, pero yo ofrezco un cambio de hora a la japonesa (como las huelgas, vamos).

"Úsease", levantarse este domingo a la misma hora de todos los días. Para entendernos: si en el horario actual me levanto a las 8, levantarme a las 7 del domingo, porque como a las 8 serán las 7, no me costará "adelantar" el despertar una hora, porque me levantaré a "la misma hora de siempre". Pero con la ventaja fabulosa de ganarle una hora más al día, y conseguir una nuevo rutina, que llevaba ya tiempo con ganas de adoptar.

Así que niños, ¡feliz fin de semana a la japonesa!.

Que os cunda mucho!

¡Lo conseguiremos!

jueves, 20 de octubre de 2016

Elijo ser última

En su momento hice ya una"Apología del esfuerzo", sin quedar del todo trasnochada, y por ser otras las circunstancias, vuelvo para darle una vuelta de tuerca, desde otro punto de vista menos -llamémosle- "combativo".

Al grano:

"Opta siempre por ser el último de los primeros,
 antes que ser el primero de los últimos".

Despojarse de la vanidad, de ser "el más listo" o el que "más sabe" (sobre todo en un oficio como el nuestro que licua cualquier autoestima hasta convertirla en meras migajas de lo que fue) es difícil, pero fundamental. Fijarse en la media, en el que sabe menos o falla en algo en lo que nosotros no, consigue que nuestro tembleque interior cese, que nos creamos más merecedores del objetivo que otros, en definitiva, nos sube la moral.

Sin embargo, llegado a un punto de estabilidad emocional (todo el que se pueda obtener) y un grado de madurez suficiente, debieramos atrevernos a mirar hacia arriba y no a los lados. Fijarse en el mejor requiere sin duda humildad (algo de lo que ya se ha hablado por aquí) pero sobre todo confianza en uno mismo y tesón.

Confiar en que tenemos suficientes armas para moldear nuestro estudio, temas y forma para conseguir copiar al primero, a los diez primeros o a quien nos propongamos. Al principio será un churro, y parecerá que no avanzamos o que no lo hacemos tan bien como él/ella. Es aquí donde entra el tesón, seguir observando y perseverando en los cambios que queremos introducir. Uno detrás de otro, eso sí,de lo contrario nos atragantaremos.

Ser el último de los primeros implica tener un abanico inmenso de mejora, pero mejora real, porque existe un modelo a seguir que siempre será el reto por el que seguir luchando. 

Sin embargo, ser el primero de los últimos, será estar ya en la "cumbre", sin posibilidades de metas más altas, porque no se conoce a nadie mejor, y por tanto no se conoce la existencia de otras habilidades o formas de mejora. Así, ser el primero de los últimos será quedar estancado.

Yo ya lo he decidido, cueste lo que cueste, ¿y tú?

¡Lo conseguiremos!

jueves, 13 de octubre de 2016

Micropsicología motivacional

¡Hola! Hoy os traigo uno de mis últimos "motivadores", descubierto por redes sociales, y que desde hace unos cuantos meses cuenta con canal de youtube. Se trata de Pep Marí, psicólogo deportivo en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat.

Al final la oposición no es más que una situación con muchos paralelismos con el ámbito deportivo de alto rendimiento, y qué mejor que escuchar a un psicólogo del ramo (¿para cuando los psicólogos especializados en opositores?). Lo positivo de su canal es que hace lo que llama "microconferencias", 2 o 3 minutos a lo sumo, reflexionando sobre aspectos vinculados a algunas cuestiones que pueden ayudarnos (al menos a mi lo hace). 

No he conseguido insertar los videos aquí, pero os dejo enlazados algunos de los que más me han gustado, basta que pinchéis en los nombres para poder verlos. Espero que os sirvan tanto como a mi.

1. Haile Gebrselassi: "Si persigues alto rendimiento un exceso de facilidades puede convertirse en una dificultad. (...) El esfuerzo resulta imprescindible para realizar cosas grandes. (...) Toda la gente que la lía parda se deja el alma en el intento".
 







2. La confianza: "Tres maneras de enchufar confianza a las personas: 1. Proporcionarles una manera de hacer las cosas. 2. Reforzar sus puntos fuertes. 3. Ampliar la fórmula de la confianza".












3. Fuentes de autoestima: "Si tu objetivo es conseguir alto rendimiento, estás diversificando tu esfuerzo demasiado". Lo óptimo 3 puntos de apoyo.








¡Lo conseguiremos!

viernes, 7 de octubre de 2016

Los males pasajeros

Iba a escribir, que no iba a escribir porque para lo que había que contar...Y luego había escrito sobre lo que no quería escribir....Y luego me he ido a cenar, dejando esto en marcha, y cuando he vuelto, ha pasado algo, que me ha hecho quedarme muy quieta, ponerme las gafas muy lento, como cuando está pasando algo mágico, como cuando alguien te abraza por detrás y es justo eso lo que más querías sentir en ese preciso instante.

Antes de dejar a medio escribir la entrada que nunca llegó a existir del todo, estaba escuchando música y prometo que la he puesto en pausa, sabiendo perfectamente en qué canción la había dejado, y, cuando he vuelto, sin tocar nada más que el ratón, me he puesto los cascos y ahí estaba sonando: "Los males pasajeros" de Love of Lesbian, justo cuando decía "desde mi oposición, desde mi humilde opinión..." y he sonreido como si alguien me la hubiera puesto adrede para que me pare a escuchar. Y ahí he estado 6 minutos 46 segundos escuchando la letra y sonriendo, viendo una "mano" donde no sé si la ha habido. 


Por eso he decidido borrar la sucesión de catástrofes que pensaba contar, porque no son para tanto, ni siquiera son del todo reales. Son los "dramitas" típicos del opositor medio, sin ser justo con lo que tiene, con lo que está mejorando, con los frutos de su trabajo diario...y he decidido escuchar:

"A los atormentados sin motivo
que hacen arte
que les parta un rayo
de verdad, y que los calle
".


Pues eso, que me parta un rayo (bueno, mejor que se quede en borrón de catastrofes inexistentes y yo siga vivita y coleando).Y sobre nuestros males que no son tales...

"sí, todo eso se irá, huirá, fluirá, caerá
se irán, huirán, fluirán
sí, caerán
". 

No me va tan mal, aunque el camino se me esté haciendo muy duro verme tan lenta, cuando todos los demás (parece) van tan rápido. Pero sé que los cantes están yendo bien (¡he conseguido cantar temas atrasados en tiempo y con una literalidad bastante buena!). Sobre todo, he conseguido que me pregunten tema de cante pasado y que no me entre ataque de pánico, con el correspondiente bloqueo mental, así que ¡yupi por mi!.

"Desde mi oposición
desde la humilde opinión
de un gris payaso
caerá todo lo injusto
que es sentir las alegrías
como inusuales casos, paranormales
y aislados
".

Se me hace cuesta arriba no tener a las personas a las que necesito a mi lado, pero sé que la vida hará que todo fluya (y si no lo haremos nosotros). Esta vida de locos, que nos manda a cada uno a una parte del mundo, a cada trabajo más absorbente que el otro, a cada conexión con más interferencias que la anterior...Por suerte, los amigos de verdad, los familiares más cercanos y en definitiva, las personales especiales que tenemos en nuestra vida, saben dónde y para qué estudiamos, y una parte de ese fin, es poder ganarle tiempo al reloj en un futuro, para estar todo lo cerca que se pueda de ellas (sin caer en ningún tipo de conducta punible, of course!).

"dale a tus males pasajeros
un billete sólo de ida y así
se irán, huirán, fluirán, caerán
". 

Y esto ha sido lo definitivo, la sonrisa suprema: un billete sólo de ida. Es la respuesta. Id y no volváis. Y si volvéis, ya sabréis lo que os corresponde. Así, hasta que desaparezcáis, señores males pasajeros. Porque...

"La vida es más fácil si andas despacio".

¡Lo conseguiremos!

 

jueves, 8 de septiembre de 2016

La leyenda de la voz.

"Cuenta la Leyenda que, en un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera, vivía una muchacha de ojos negros y largos cabellos, cuyo pasatiempo era hacer de celestina entre los jóvenes de la zona -un Tinder del momento, ya sabéis, pero con un propósito algo menos mundano- 

No obstante, la muchacha, alcanzada la edad de su casamiento, dada la fama que tenía, era incapaz de encontrar a un caballero con quien pasar los años venideros. Quedóse, por tanto, haciéndo de su pasatiempo su oficio: casamentera. 

Su día a día consistía en pasear por el barrio, observando a los mozos, las mozas y los jovenzuelos, tomando notas mentales sobre sus costumbres, destrezas, características y perspectivas de futuro; haciendo y deshaciendo mentalmente parejas, combinaciones prácticamente imposibles de descifrar hasta alcanzar el par óptimo. Así se divertía, y pasaba el tiempo.

No pasando muchos años, y aún siendo una joven en edad de merecer, salió como de costumbre, esta vez a comprobar determinadas circunstancias que envolvían a Ricardito, el hijo del panadero; y comprobar si, efectivamente, era la horma del zapato de María, la recien llegada al barrio. Sin embargo, en su camino, tropezó con algo que cambiaría por completo el curso de los acontecimientos -y de su vida.

En el número 4 de la calle en la que se encontraba, había una ventana abierta, y de ella salía una voz que embelesaba a cualquiera: joven, masculina, sin estridencias, con una cadencia que conseguía que el pulso se le acelerara, con un tono a la par que suave estricto. ¿Quién era?¿Lo conocía? Juraría que en esa casa no vivía nadie que pudiera responder a esas características.

Así, todos los días a la misma hora, pasaba por debajo de esa ventana, y todos los días oía a LA voz, encandilando a quien quisiera pasar por debajo de su ventana. Sin embargo, el tiempo seguía pasando sin que ella, voraz recolectora y consumidora de información, consiguiera obtener su identidad. Empezó a observar que no recibía correo, ni apenas llamadas telefónicas...solo desaparecía por unos momentos un día a la semana, pero nunca le llegó a ver la cara, ni saber su nombre, ni siquiera por qué recitaba y de qué trataba.

Su amor reconvertido en obsesión le llevó a olvidar su labor de celestina, y comenzó a pasar largas horas debajo de su ventana, tratando de descifrar lo que el muchacho reiteradamente repetía con esa cadencia que podría reconocer a cientos de kilómetros. Y así fue, como ella, a base de apuntar lo que él decía, comenzó a memorizar sus textos sin entender ni una palabra, esperando que, a base de repetirlos, llegara a comprender el código secreto que contenían. 

Un día, a primera vista, como cualquier otro, ella cogió lo acostumbrado: pluma, papel y silla. Pero cuando llegó al número 4 de aquella calle, encontró la ventana cerrada, las persianas bajadas y ninguna voz que recitara. Desesperada, cogió fuerzas y llamó al timbre, pero nadie abrió, así que decidió esperar, un día, y otro, y otro.

 Su obsesión convertida en su perdición, hizo que la cabeza acabara por desvanecerse en la locura, y se dedicó a partir de entonces a repetir los textos que había escuchado a aquella voz aterciopelada: el Título I, el II, el III, artículo 1, artículo 2, artículo 3; tema 6, 8, 10... esperando que al oírlos reapareciera. Sin embargo, ella no sabía que el muchacho ya nunca más necesitaría volver a recitarlos, ni que probablemente ni siquiera los quisiera volver a oír, es más, ni siquiera que él se había trasladado a otra ciudad para empezar su nuevo trabajo.

Asi fue como ella, una vez falleció, de pena o de locura, no se sabe bien, sigue yendo por las calles, cantando temas, esperando que LA voz de su opositor le siga el ritmo cantando el tema".

PD: siendo tantos opositores como somos, ya va siendo hora de tener nuestras propias leyendas "bonicas" no ¿o qué?

¡Lo conseguiremos!

jueves, 1 de septiembre de 2016

Corsé y silencio.

Semana pasada, y seguimos. De momento no está siendo tan grave como todo hacía presagiar. Aunque reconozco que al tratar de cantar el primer tema el primer día, hasta en dos ocasiones me entraron unas enoooormes ganas de llorar, así, "sin motivo".

Pensando estos días, creo que lo que realmente me está pasando es que después de este descanso en el que te quitas el corsé de la oposición y puedes pensar, sentir, escribir, imaginar, leer, caminar, hablar...cuando y (casi) donde quieras, tienes que volver a esa faja que oprime todas esas partes que te gustan de ti (¡que te encantan!) para volver a lo que debes hacer. Y sé que mientras opositas puedes hacer todas esas cosas -al fin y al cabo no son nada del otro mundo- pero sabes que en el fondo no lo harás al 100%, porque los temas, las actualizaciones (seguimos con ellas después de tanto tiempo, si) y las mejoras en el cante se van apoderando poco a poco de tu cabeza, y acaban monopolizando tu tiempo. 

Como todo reinicio de año, trato de mejorar algunas cosas, y en relación con esto, he decidido tomar cartas en el asunto. Como todo, esto siempre funciona a la teoría de prueba-error, así que mi primera medida ha sido hacer algunas cosas, que antes hacía mientras escuchaba música, en silencio. Esto que parece la undécima paranoia, tiene como objetivo dejar que en esos ratos, la cabeza fluya por donde quiera, sin obligarle a escuchar noticias o música que anestesie esos pensamientos, y por tanto, que no "aparezcan" en mitad de las teorías sobre el fundamento de la posesión, por ejemplo. Solventarlos y no esconderlos. Gestionarlos en vez de hacer como que no existen.

Para mi no es algo sencillo, porque adoro ambas cosas: la música y estar informada. De momento llevo toda la semana almorzando y haciendome la cama así, dejando que la marabunta de pensamientos fluyera, y si que he notado cierta mejoría en cuanto a su "ataque" en el momento de estudio.

Por lo demás, y para ser sincera, estoy relativamente contenta con los resultados del (ya viejo) nuevo método que empecé a utilizar hacia mediados de enero. Sigo estudiando demasiado lenta, incluso temas ya estudiados con ese método, pero los artículos y la estructura del tema, están infinitamente mejor aposentadas que con el antiguo método. Sigo pensando aún así lo mismo, que no sé si el nivel que estoy alcanzando será suficiente para aprobar, pero sé que he mejorado, y mientras no me estanque, todo fluirá bien.

¡Lo conseguiremos!

miércoles, 24 de agosto de 2016

Re+cordis

Diseño @caio__miguel
Al hilo de la palabra "recordar" leí que los antiguos romanos no situaban la mente en la cabeza ni en el cerebro, sino en el corazón. De ahí que "in mente" e "in corde" signifiquen prácticamente lo mismo. 

Pero bueno, empecemos por el principio.

Espero que vuestros días libres (si los ha habido) hayan ido según lo previsto, sin incidencias más allá de las estivales -mosquitos, quemaduras y preguntas plastas sobre la oposición- Por mi parte, las incidencias han sido notables, hasta el punto de que, si bien días libres he tenido, casi todos los he gastado para causas de fuerza mayor. A pesar de ello, he intentado disfrutar del momento, sobre todo de poder sentir y pensar sin necesidad de posponerlo por culpa del estudio.

Mañana es hora de volver a la carga. Sin embargo, este año mi sorpresa ha sido encontrarme con que no tengo ganas de empezar, ni una, ni media, ni un poquito de ilusión. Nunca me había pasado, ni tras la última convocatoria. En el fondo, siempre estaban ahí las "mariposas" en el estómago de "sabes que puedes y lo vas a conseguir". Y ahora es como si estos días hubieran echado insecticida y ni mariposas ni un mísero grillo que llevarse al píloro. 

Aún así, sigo. Pero ¿qué razón tan fuerte puede hacer que de esa nada luche para seguir? Una promesa. ¿A quién? A mi misma. Me prometí seguir hasta la siguiente convocatoria. Sé que acabar aquí es como dejar de regar la higuera en marzo, solo por el hecho de que aún no han salido higos, justo cuando quedan tan solo 3 meses para que empiecen a brotar. 

También, porque sé (o espero saber) que en parte es el pavor a saber "lo que se me viene encima" con la convocatoria, los nervios, las vueltas a las que no llegas, los planings, las renuncias extraordinarias (aunque otra de mis promesas ha sido tratar de manejar la situación de otra forma...veremos).

Así que bueno, esta tarde me fui a caminar -solución a casi todos mis problemas- y llegué a la dichosa palabra: "RECORDAR", que no significa otra cosa que "volver a pasar por el corazón" (aquí volvemos al inicio del post). Así que, pensando en algo que consiga dar algo más de gasolina a este motor en horas inflacionarias, me he preguntado que cuál era mi primer recuerdo sobre esta oposición, cuándo nacieron esas primeras mariposillas. Y bueno, no sé si lo habrán percibido en la Península Arábiga...pero "algo" de "petroleo" ha salido. Allá va mi primer recuerdo:

"Fue en 4º de carrera, en una charla a la que trajeron a varios profesionales para contarnos las maravillas de su profesión (en esas charlas ya sabéis que ningún trabajo tiene defectos, los jefes son super majos y haces amigos para toda la vida (guiño guiño)). 

Cuando le llegó el turno a Constanza (siempre me gustó ese nombre, así que la llamaremos así) me gustó lo que contó de su profesión, todas las salidas que tenía, las posibilidades del trabajo...Después de hablar de ello, empezó por el principio: la oposición. Aquello no me sonó ni mal ni bien, y como pollito universitario el pensamiento fue "bah, si pude con lo anterior con esto también" (inoceeeente de miiii). Sobre el número de temas me asustó un poquito para qué negarlo, pero también me cruzó el pensamiento de "si otros pudieron ¿por qué yo no?".

Sin embargo, lo que más me llamó la atención -y quizá más me gustó- es que contó que había tardado 10 años en sacársela. 10, tal cual. Pero es más, compartió que entre medias de ese período de tiempo le había dejado (o había dejado ella, ya no recuerdo) la persona de la que había estado enamorada tropocientos años. Pero ojo, ¡qué aún hay más! (y lo que viene ya son deducciones mías por la sucesión de acontecimientos que contó) esta situación le dejó tan afectada que renunció a seguir luchando (esto lo deduje) y sacó otras inferiores (esto lo contó). Una vez lo logró -supongo que por el chute de alegría y porque ella la espinita de su objetivo no se lo quitaba de la cabeza- siguió peleando, hasta que, 10 años después del inicio de su historia con las oposiciones, lo logró.

No sé si será muy buena/buena/regulera o mala profesional. Lo que no me cabe duda es que en sus ojos vi la autosatisfacción de haber peleado hasta que lo consiguió, el mismo que hizo que yo me decantara por este camino, el mismo que me gustaría poder transmitir a los demás". 

¿Qué primer recuerdo tenéis?¿Qué os mueve a seguir luchando?

¡Lo conseguiremos!

domingo, 31 de julio de 2016

Más persona que opositora.

Me apetecía escribir sobre el fracaso. No porque me sienta fracasada, ni porque haya tenido una experiencia cercana sobre ese asunto, sino porque en los últimos tiempos han llegado a mi múltiples reflexiones sobre el fracaso que me han hecho pensar.

Sin embargo hoy no tengo la "gracia" suficiente para "sentar cátedra" sobre el asunto. Hoy soy persona antes que opositora (si es que alguna vez pudieron disociarse esas dos características). Y vengo simplemente a recordarme que me gustan tantas cosas en esta vida que no me cabrían en 24 horas, que hay momentos tan únicos e irrepetibles que solo un dado girando durante 6 vidas podría dar el mismo resultado, que las cosas que más me gustan son las que o no se compran con dinero o valen más bien poco. Algunas -las que se pueden contar por estos lares- son:

1. Las tostadas en invierno, cuando nada más sacarlas calentísima de la tostadora cae el aceite a temperatura ambiente, haciendo el contraste de temperatura que crepiten.

2. El sol en la cara. Poder cerrar los ojos y dejarme "acariciar".

3. El mar. La mar. Quedarme hipnotizada viendo el vaivén de las olas. Sola y acompañada.

4. Escuchar música, después de estar todo el día en silencio estudiando.

5. Volver de hacer ejercicio y sentirme infinitamente mejor que cuando salí (sobre todo cuando tenía menos mil ganas de salir).

6. Los abrazos.

7. Que alguien siga mi recomendación y me escriba para decirme que le ha encantado.

8. Saber que he ayudado a alguien, aunque sea solo escuchándole y dándole mi opinión sincera (aunque luego no la siga, a veces solo necesitamos que nos escuchen).

9. Pedir recomendaciones y no seguirlas (siempre me viene un jijiji+¿he sido yo? a la cabeza).

10. Debatir con con gente que no opina igual que yo (sabiendo o sin saber, los primeros para aprender de ellos, los segundos para pasármelo bien).

11. Retarme a mi misma. Conseguir el objetivo. Ir a por el siguiente.

12. Reconocerme en mis aciertos. Reconocer mis errores, buscar soluciones y conseguir superarme.

13. Una llamada. LA llamada.

14. Estar sola y llorar muchíííísimo con una película.

15. El olor a tierra mojada en mi pueblo.

16. La fotografía.

17. Imaginarme vidas ajenas, incluso la mía en un mundo paralelo o en otra época histórica.

18. Contemplar a una persona mientras habla y pensar que ojalá no acabe nunca este momento, y si tiene que acabar que pueda recordarlo toda la vida (y darme cuenta de que no me he enterado de lo que está diciendo).

19. El melón con jamón, y el gazpacho, y la fruta...¡la comida!. Dejar que los aromas te absorban, paladearla, quedarme con ganas de más.

20. Reírme de mi misma, hacer chistes malos, reírme hasta llorar.

21. Dejarme sorprender, tengo una capacidad muy alta.

22. Reencontrarme con personas a las que tengo cariño y ver que todo sigue igual.

23. La ironía, los juegos de palabras, las adivinanzas.

24. No dejar de cambiarme las preguntas, y que otras siempre se mantengan (¿cambiaría mi vida actual por otra distinta si hoy me tocara la lotería?).

25. Un mensaje de "me acuerdo de ti todos los días, pero nunca sé qué decirte para darte ánimos". 

26. Hacer helados (el de pera y manzana ¡mmmmmmmm!).

27. Que me queden tantas cosas por hacer que me falten vidas.

28. Dormir plácidamente.

¿Y a vosotros?

Buena semanita! ;-)

sábado, 23 de julio de 2016

Pensamientos

Ayer salí a cenar. Con la tropa. Hacía mucho que no nos veíamos todos -puede que desde Navidad- aquellas reuniones semanales se han ido diluyendo poco a poco, a medida que los acontecimientos se han ido sucediendo, los trabajos han ido cambiando y las parejas han ido fluyendo. No me importa, y si...bueno, en el fondo me importa. Porque de todas las expectativas (¡a santo de qué tuve que nacer con ese afán controlador del mundo!) casi ninguna es la que fue o tuvo que ser. Algunas peores la verdad, pero otras mejores (infinitamente mejores). 

No fue una cena trascendente, más allá de que todos contaron sus próximos viajes veraniegos. Unos cruzarán el charco por primera vez, otros continuarán su vida de pareja en otro país durante unos días, otros simplemente seguirán trabajando surcando los mares. 

Ninguna noticia fue especialmente nueva para mi, pues siempre intento quedar con ellos en "petit comité" -para mi, única forma de saber, de verdad de la buena, cómo está la persona y cómo le va todo (al fin y al cabo, el mismo pudor si no es que más, se siente al desnudar el alma y el cuerpo).

Yo me vi allí, en una cena que organicé yo, porque tenía algo que contar, que de verdad me preocupaba. Y ni estaban todos los que quería, ni era como había inicialmente pensado, ni siquiera el lugar y la hora que a mi me venía mejor. 

Y ahí, pensnado todo esto, en ese momento en que en las reuniones multitudinarias te abstraes de todo y te embebes en tus pensamientos, sonreí. Una sonrisa sutil -espero- y con todo el sentido del mundo. Lo hice porque estaba volviendo a caer exactamente en la misma piedra que la vida me lleva tiempo diciendo que la salte, que la saque de la mochila y siga: el creer que puedo controlarlo todo.

Y es cierto, lleva avisándome de que esa piedra ni es bonita, ni ayuda a llevar la mochila. Me ha "dicho" que deje de pensar que todo es susceptible de quedar bajo control, que los caminos son solo trozos de tierra allanados, y que donde hay maleza hoy, mañana puede haber otra alternativa. 

También me ha hecho ver, que esa frase que tanta rabia me da, y tanto circula por las redes como solución a "todos" los problemas, quizá deba tenerla más en cuenta: "Disfrutar del camino". Aunque claro, irremediablemente empieza mi monólogo interno a decir que si hay camino es que hay un objetivo, y si hay objetivo es porque es lo que te interesa, y que entonces el camino solo es el medio para un fin.

Es entonces cuando los acontecimientos te dan un bofetón psicológico y te hacen ver que la vida es hoy y mañana veremos. Que de qué te sirven objetivos si mañana no estás. Que hay que tenerlos ¡of course!, porque si todo va como tiene que ir, estarás aquí durante muchísimo tiempo y habrá tiempo para todo. Pero, que si ese muchísimo se acorta un poco, quizá sería bueno sentir que el camino ha estado muy bien también. 

Sentirme finita y no infinita (¿a quién se le ocurrió no darme todos los superpoderes de la Superwoman que creo ser?) me ha hecho volver a dar una vuelta de tuerca. Y como ya estábamos metidos en "harina" de crisis existencial...pues alé ¡bienvenida seas finitud! Sabía de tu existencia para conmigo, pero nunca te había sentido.

Y así es como llegamos a la frase...."y cuando tuve todas las respuestas, el universo me cambió todas las preguntas". Pero soy feliz, me gustan las preguntas y más aún encontrarles las respuestas, aunque estas, casi siempre, estén cambiando.

Buena semanita! ;-)

viernes, 15 de julio de 2016

¡Hay que joderse!

"- Yo ya se lo que te pasa.
 - A ver...sorpréndeme.
 - Lo que te pasa -que también me pasa a mi- es que te has acostumbrado.
 - ¿Acostumbrado? ¡Hay que joderse!".

Así acabó una conversación que tuve con una compi de la oposición el otro día. Os pongo en antecedentes. Día de cante. Lo de siempre con el prepa de siempre. Temas ni muy fáciles ni muy difíciles, vistos unas cuantas veces ya. Me puse a cantar ("temas taintantos de derecho nosequé") y en un punto del cante puse el automático, y me puse a juzgar si lo estaba haciendo bien o no, si cantaba muy rápido o lento, pero sobre todo que tenía que ser muy literal, que para eso me estaba esforzando tanto. 

Con esta retahíla de pensamientos y, sobre todo, la presión de "tienes que ser literal", me supuso un bloqueo mental que hizo que los artículos, de por sí fáciles, que me sabía y que había machacado, salieran como cuando te quedas dormido y llegas tarde al trabajo: rápido, con calcetines de distinto color y la ropa sin combinar. Francamente mal.

Obviamente la corrección fue "con las vueltas que llevamos, así no puedes saberte esos artículos". Y ahí siempre me entra la duda de ¿explico lo que me ha pasado?¿o suena tanto a excusa que "excusatio non petita..."?. Total, siempre tiro del poquito orgullo que me queda: apunto, asiento y ya cuando salgo me auto echo la bronca por lo que me ha pasado.

Hete aquí, que me cruce con esta compi que lleva más o menos lo mismo que yo en la opo. Y descargué sobre ella todas mis "angustias vitales" del momento, es decir, ¡qué los artículos llego al cante y no me salen aunque me los haya cantado en casa mil veces!.

Y aquí es cuando llegamos a la conclusión de que hay que joderse (así de claro). ¿que por qué? Porque el cante ha pasado a ser el trámite semanal en que haces "lo de siempre", con "el de siempre" y con las "mismas sensaciones de siempre". Así que te puedes """permitir""" el lujo de juzgarte, porque te has A-C-O-S-T-U-M-B-R-A-D-O.

La pregunta correcta ahora es: ¿me estás diciendo que podría acostumbrarme a algo que me provoca insomnio, dolor de tripa, ansiedad y otros mil efectos secundarios más? Si, lo confirmo. Soy la prueba, que venga aquí el CESIC y me investigue :P

Fuera bromas. Lo serio del tema, y lo realmente difícil, es controlar la mente en ese momento en que sabes que llegas a la parte del tema que controlas menos (o que a ti te da la sensación). Llámalo parte del tema, llámalo ese tic del prepa que te indica que pierde interés, o que lo estás diciendo mal...o que vas lento. ¡Lo que sea que te hace empezar a juzgarte!.

Estoy trabajando mucho la mente este año, tratándo de controlar esos momentos que me provocan una "ansiedad" tal que hacen que pierda la compostura, y precisamente la que hace que el tema lo haga mucho peor de lo que soy capaz y he hecho en casa. 

Solo puedo trabajarlo en el cante, porque allí es cuando al sentirme juzgada, me autojuzgo más de lo acostumbrado. Y cuando me vienen esos pensamientos, intento contrarrestarlos con pensamientos del tipo "tu trabajo acaba en decir el tema", "te estás desconcentrando, vuelve a escuchar lo que dices"...Aunque es muuuuy difícil.

Si os pasa, tenéis trucos, o sistemas para mejorar esa faceta, estoy abierta a comentarios ;)

Buena semanita!

viernes, 8 de julio de 2016

Efecto groupie

Como groupies que se saben las letras de todas sus canciones, que compran todas las entradas de sus conciertos (o de todos los remember's, para aquellos que ya no andan entre nosotros) y que se pintan en la cara aquello de I love (inserte nombre). Así somos los opositores.

Si, si. No mires así que tu también. Y si no, solo tienes que pararte y visualizarte cantando las distintas opiniones de los romanistas y germanistas sobre la posesión; la discusión sobre si la persona jurídica merece o no el calificativo de persona; o sobre si el autocontrato es o no válido en nuestro derecho.

Y ahí andamos, recitando punto por punto los apasionados discursos de algunos de nuestros teóricos, aprendiéndonos cada palabra para que no desentone con la melodía y el tempo del tema. Como groupies. ¿o no? :-p

Sin embargo, ¿qué sabemos de estos doctos profesores?¿eran profesores, abogados, jueces, notarios...? ¿están vivos o muertos? Muchas veces me he llevado sorpresas, buscando un poco más sobre alguno de estos teóricos. Todo empezó cuando falleció García de Enterría (que con mucho sonrojo reconoceré que en aquél entonces pensaba que fue un ilustre de alguna decada ya lejana y no coetáneo a nosotros). En aquél momento me di cuenta de que recitaba nombres de personas importantes en la ciencia a la que me quiero dedicar, y realmente no sabía nada de ellos (más allá de lo que circula por los temas). 

Así, sin ánimo de aburrir, y sin más pretensión que plasmar alguno de los datos que me llamaron la atención (y con los que me han hecho ver que eran primero personas y segundo personas con principios más allá de lo jurídico) os dejo con alguno de ellos:

1. De Buen y Lozano: (1890-1946)

- Se llamaba ¡Demófilo Mariano! (y su padre ¡Odón!). Que se quiten los Luises y Pedros donde hay un nombre con tanto carácter y

- Se casó con su tía (hermana de su madre) y necesitó dispensa del Rey para poder hacerlo, dado el parentesco.

- Fue Masón, perteneciendo a varias Logias, hasta que el régimen le condenó por esta actividad a 30 años de reclusión mayor y la accesoria de interdicción civil y a la inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos en el Estado en el año 1941. Previamente a ellos había ejercido como profesor en la Universidad, y había sido Consejero de Estado y magistrado del TS.


2. Castán (1889-1968):

- Muere el 10 de junio, pero desde el día 1 del mismo mes, en plena misa dominical, sufre un desvanecimiento que preludia una crisis vascular. Aunque retoma sus actividades (“sigue trabajando, como había hecho toda su vida, y redacta de su puño y letra un esquema para el volumen segundo de su Derecho civil, que estaba preparando para darlo a la imprenta”, Ogayar) entra en coma y fallece a las 4 horas del día mencionado. 

- Su tesis doctoral llevaba por título "La acción del Estado ante la crisis del matrimonio".  

- Se incoa un expediente de depuración por la Comisión Depuradora del profesorado universitario en 1937. Y en 1940 se resuelve diciendo que " Considerando su ideología derechista”, así como “sus arraigados convicciones católicas” y “su entusiasta adhesión al Glorioso Movimiento Nacional” el juez instructor propone la rehabilitación sin sanción".

3. Puig Peña (1911-1993):

- Fue suspendido de empleo y sueldo tras la Guerra Civil, motivo por el cual dio clases de Derecho en su propio domicilio a alumnos de matrícula libre y especialmente a ¡opositores! (él era fiscal).

- Su obra destaca tanto en el ámbito penal como en el civil.

- Por motivos de salud se jubiló en los años 70, pero esto no indicó el fin de su actividad de producción de obras jurídicas.

 



PD: tanto los datos como las imágenes han sido extraídas de las respectivas páginas web a las que se puede acceder clickando sobre el nombre de estos ilustres personajes.

Buena semanita ;-)

miércoles, 22 de junio de 2016

MI plan: Arroz con leche

La quinta esencia de mis últimas angustias ha consistido en que se me pasa el arroz. Ya está. Lo he visto. Mi plato de arroz con leche, deshecho, hecho pasta, agrio y maloliente, en un plato de cartón piedra formada por una mezcla de páginas del Código Civil, el Penal y el Mercantil (cuál homenaje a nuestra "Pepa").

Y me he visto teniendo que dejar este camino a los taintantísimos, sin hijos, sin "marío" y sin tener ni idea de coser un vestido para los Santos. Una "ni-ni" en toda regla, sin saber hacer la O con un canuto -porque siempre ha sido buena chica- ni sabiendo dar un braguetazo -que es que siempre tuvo una ética y una moral que no eran de este tiempo.

Todas esas historias han ido bajando del esperpento de mis neuronas y han ido descendiendo por la garganta, formando una bola, que ha jugado a subir y bajar hasta el estómago. Y de repente ¡cataclóck! volví en mí, avancé en el camino de "ser la mejor versión de uno mismo" (como persona).

Así que me he dado cuenta de que está bien tener planes vitales personales (amore, familia, aprender a coser vestidos (por lo que pueda pasar)...), pero...¿y si la vida no me tiene preparado eso? ¿Y si la vida decide que tengo que ser una persona en itinerancia permanente?¿o que no puede tener hijos? ¿o simplemente que tiene con quién pero no cuándo formar proyectos vitales? 

Lo fácil sería quejarse de que "MI plan", que organicé sin tener en cuenta los otros tropocientos mil factores que influyen en la vida de una persona, no haya salido adelante, y quedarme estancada en eso, llorar por todo lo que dejé de hacer por seguir ese plan, por cumplir esas etapas que yo me había autoimpuesto. 

Lo difícil -y si, siempre acabo eligiendo lo difícil, lo adelanto- es redirigir los planes. Y creo que en el fondo, es lo lógico y cuerdo. Tengo la teoría de que todo pasa por algo, que todo te hace llevar a caminos por los que debías pasar para crecer o para darte cuenta de algo muy gordo que estaba delante de tus narices, y que por H o por B no le dabas la importancia que tocaba (y sí, puede sonar muy demagógico si ese "algo" tiene que ser una enfermedad de un familiar, una muerte de un ser querido o un concurso de acreedores de tu empresa). 

Así que, ¿qué pasa si la vida no me depara tener hijos, por ejemplo? ¿Qué pasaría si me depara no conseguir la plaza? ¿Qué pasaría? 

Dejar este proyecto por un "MI plan" que atosiga sin criterio, sin bases, sin un peso real, no tiene sentido. Dejar este proyecto tendría sentido si hubiera un "MI plan" real, no digo sólido porque todos los principios siempre revuelven el estómago, pero sí con ciertos puntos establecidos, que me ilusionara igual o más que éste, que fuera un proyecto vital apasionante...
Dejar este proyecto por un "MI plan" que lo único bueno tiene es que no estaría "quieta" (es decir, en una habitación dándole a los temas), pero donde faltan todas las demás piezas de ese plan, es un sinsentido.
Dejar este proyecto porque te asusta, es no ir por el camino que quieres, porque "TU plan", lo decidiste hace 4 años, cuando omitiste ese "MI plan", por lo que te hacía ilusión fuera de cualquier canon social preestablecido.

Todos tenemos miedo, pero el único camino es atravesarlo para superarlo.

Buena semanita ;-)

PD: Nunca me ha gustado el arroz con leche.

viernes, 27 de mayo de 2016

Verborrea supina.

¡Oye!¡Qué tengo mucho que contarte no me dejes así!
Siempre nos gustó transportar a la realidad fuera de la oposición las estructuras de los temas (reconocedlo que yo en las redes os he visto), así que aquí mi aportación a uno de los temas que llevan de cabeza a mis seres más cercanos:

MI VERBORREA SUPINA.
CONCEPTO. NATURALEZA JURÍDICA. ELEMENTOS ESENCIALES.

1. CONCEPTO: dícese del estado en que entra un opositor el día de descanso, siendo capaz de condensar su máxima capacidad comunicativa extrajurídica en menos de 24 horas. 

2. NATURALEZA JURÍDICA: la doctrina, como en casi cualquier cuestión jurídica, no se pone de acuerdo. 

Diez(mo)-Picazo(n) sostiene que esta institución opositoril bebe de las fuentes del "Origen de las Especies" de Darwin, con ligeras variantes propias del género "hispanitatis homo sapiens", por la cual los de aquí procedemos de las aves, concretamente del loro (charradores, escandalosos y vivaces). Es por ello que el opositor, como cualquier loro cuando ve la jaula abierta, aprovecha para salir de la ella (de los términos jurídicos) y redescubre el mundo que dejó (el de los temas banales o trascendentales pero, en cualquier caso, extraopositoriles) justo hace 7 días. 

Por contra Cas(is)tán, en su empeño por llevar la contra al susodicho colega en la cuestión más banal, ha manifestado que no es más que una circunstancia psicológica transitoria, próxima a las eximentes penales.

La teoría intermedia (la de ni chicha ni limoná, pero que siempre siempre siempre hay que aprenderse) la plantea Lacruz(quellevoyquepocomequejo) dice que los dos tienen razón, y que mejor unas cervecitas, que el opositor ya les ameniza.

3. ELEMENTOS ESENCIALES

3.1. Elemento subjetivo: obviamente el opositor como sujeto activo. Nuestro sujeto pasivo será cualquier individuo, a poder ser conocido pero si no lo es no pasa nada, porque total "yo he venido aquí a hablar de mi libro". La característica fundamental de este último serán las fases por las que pasa su cara a lo largo de la conversación con el opositor, que serán objeto de desarrollo en el siguiente epígrafe del tema.

3.2. Elemento objetivo: verborrea, es decir, concatenación de frases y palabras. Inicialmente coherentes, para pasar a ser una sucesión de palabras con interjeciones efusivas, probablemente vinculadas con la emoción experimentada por el sujeto al poder hablar de cosas propias o ajenas, pero no jurídicas y ceñidas a un tiempo.

A colación, se incluye el hecho de que el opositor no es consciente de que las conversaciones no se mide en minutos y segundos, es más, no se miden. Pero a pesar de ello, trata de exponer sus ideas, pensamientos, cotilleos, conocimientos....de la manera más rápida posible, tratando de coger el menor aire posible, con el consiguiente sofoco y palabras superpuestas.

En cuanto al factor de lugar, puede suceder en cualquier momento. De hecho empezará a computarse el tiempo de este hecho desde el mismo momento en que se levante el día de descanso, hasta que se acueste. Ciertamente -como acertadamente ya recogió la Sentencia del Tribunal Supercalifragisliticodoctrinal- este acontecimiento se medirá atendiendo al número de horas que lleve el sujeto activo despierto, deduciendo el número de sujetos pasivos que hayan entrado en relación con él.

3.3. Elemento formal. Cas(i)tán ante este elemento no supo qué exponer, pues forma puede adoptar cualquiera, desde el más próximo a un programa de salseo hasta el más erudito de ellos. 

Diez(mo)-Picazó(n), viendo su superioridad moral en este asunto aclaró que este hecho sucede frecuentemente con indumentaria propia de las mejores galas, pues el opositor cree que salir de su habitáculo es algo digno de celebrar.

Lacruz(quellevoyquepocomequejo) por su parte dice que ambos tienen razón, y que mejor unas cervercitas, que ya el opositor les amenizará.


....y por hoy ya, que solo falta que en tiempo de descanso os animéis a estudiar otro tema (que además está fuera del programa :P)

¡Buena semanita!