Vine para decir que hoy me he oído en una conversación diciendo "Pues si, llevo 4 años, pero la verdad es que no he perdido la ilusión". Tras unos segundos he matizado "Puede que no sea el caballo desbocado que era cuando empecé, pero sigo teniendo MUCHA ilusión por aprobar".
Cuando volvía a casa, ya en silencio en el bus, rodeada de gente pero ya sola, he regurgitado esa frase, que ha dejado un poso más dulce que el trozo de tarta que me acababa de tomar. La he pasado por la carrillera derecha, luego la izquierda y tras un chasquido con la lengua cual zagala en el campo, he dejado que volviera a su lugar de origen.
No han sido tiempos muy fáciles -tampoco de los más difíciles, para qué engañarnos- pero estoy contenta. Lo que más tensión me ha generado estas semanas ha sido no saber muy bien cuál iba a ser el plan de los próximos meses, y una vez que ya lo he sabido, me lo ha generado precisamente saber que ya tenía un plan (¡bendita incoherencia opositoril!). Me ha vuelto un poco la ansiedad, el entrar en bucles mentales de los que me resulta difícil salir, que los pensamientos me ataquen una y otra y otra vez, el insomnio....Y aún así estoy contenta (qué paradoja ¿eh?).
Creo que sé la respuesta, bueno, las dos respuestas. La primera es volver a tener alineada mi cabeza, mi cuerpo (estos dos, salvo el Jorobado de Notre Dame, todos más o menos venidos así de fábrica) y mi corazón/espíritu. Después del examen me perdí, porque llevaba un año entero entregandome a algo que al final resultó no ser. El no encontrarme, no saber preguntarme y responderme, no poder predecir mis propios pensamientos...me desestabilizó infinito.
Por contra, el saber ahora si tengo o no fechas límites en esta travesía, si puedo o no mejorar más en lo que hago, si creo o no que puedo (aunque esta respuesta esté sujeta al Bipolarum Opositorum siempre) incluso haber sido capaz de verbalizar que quizá no pueda, y que con ello no se acabe el mundo...me ha reequilibrado ¡y casi vuelvo a ser yo! Lo del casi es porque yo lo que es yo, solo volveré del todo cuando esta etapa finalice.
La segunda de las respuesta es que creo en el plan. Probablemente nunca me había pasado. Al principio porque era/soy muy mía "y si he pasado por la uni con mi método, esto me lo saco con el mismo" (léase como si fuera una señora de 200 kg, voz grave y papada). Luego porque la orientación del prepa no era correcta y el acabar estampada contra el suspenso estaba más que cantado (como se ha podido observar). Y luego, porque ya no había opción de cambio, no había margen de maniobra y había que llevarlo hasta el final (ni marcha atrás ni tu tía).
Así que ahora, que estoy conforme, pese al esfuerzo que me va a suponer -académico y psicológico- estoy conforme. Porque de aquí sacaremos algo en claro y veremos si esta oposición es para mi o, por contra, el destino me tiene preparados otros caminos tortuosos a los que pueda voluntariamente dirigirme con mi sonrisa de niña que no ha roto un plato y mi sonrisa de ignorante de la vida. Pero eehhp! esa será otra historia, a la que si llego, ya os contaré.
"No importa lo duro que fue el pasado, siempre puedes empezar de nuevo" -Buddha
Duro con ese estudio y que no se os coman los folios!