Para mi han sido el ángel y el demonio de la oposición. Creo que es una decisión que todo opositor cuando ya está metido en harina debería plantearse: ¿Utilizo redes sociales?Y si las uso ¿cuáles?.
A mi me ha costado posicionarme acerca de estas preguntas, porque los pros y los contras son inmensos -tantos como personas tengas como amigos o sigas. Pero a día de hoy me decanto por un uso muuuuuuuuy restringido de las mismas.
Al principio de los tiempos, como "polluela" opositora, Facebook me daba la vida. Me permitía sentirme un poco como en la uni, porque mi "recreo" era entrar en esta red social. Con el paso del tiempo, me fui dando cuenta de que llegaba a afectarme ya no lo que veía, sino incluso me vi metida en el círculo vicioso de publicar para sentirme dentro de la sociedad, sentirme aceptada. He de aclarar que hasta antes de esta época era de las que me prodigaba poco con comentarios, subidas de fotografías, etc...siempre he sido bastante celosa de mi intimidad (¿por qué mi compañero el de la última fila de clase tenía que saber que me había indignado que los periodistas maltrataran noticias de corte jurídico si apenas crucé 2 palabras con él en toda la carrera?).
Un día, se me encendió la bombilla, y me di cuenta de que ese afán protagonista no me gustaba, que no era yo y que probablemente era producto de las circunstancias. Tomé la decisión de desactivar la cuenta (no irme, sino dejarla en stand-by). Así que ahora me he comprometido conmigo misma a entrar 2 veces al año, por aquello de asomarme a ese mundo y no perder totalmente el hilo....pero ya está.
A día de hoy, mis amigos de verdad no se han perdido una noticia mía (de las que de verdad importan), ni yo las suyas. Cuando nos vemos podemos contarnos que hemos ido a tal o cual sitio, y la otra persona puede sorprenderse (porque no ha habido una notificacion previa o un check-in que nos lo haya anunciado antes). Y hasta podemos olvidar un poco eso de hacernos fotos, porque total ¡no me pueden etiquetar! (aunque reconozco que hacernos unas cuantas más no estaría mas, que no es plan de acabar siendo dentro de 40 años "la amiga fantasma").
De las demás, creo que adoraría Instagram, porque soy una apasionada de la fotografía (aunque no tengo claro si allí solo va la gente a posturear), pero creo que para la oposición solo haría que restarme tiempo. Sé que sois muchos los opositores que os "reunís al fuego del filtro" a daros buenos días, tardes y noches, y que os apoyáis muchísimo. Pero tal y como soy yo -que me conozco un rato largo- sé que acabaría pasándome lo mismo que con Facebook. Convertiría mi ocio en obligación y mi obligación en Dios sabe qué. Así que, hasta que no apruebe no morderé esa manzana.
Twitter. Creo que es la herramienta más útil para un opositor, porque puedes tener a mano muchas opiniones jurídicas útiles en un espacio muy corto. Además de muchas cuentas oficiales (CGPJ, La Moncloa (benditos Consejos de Ministros), Colegios Notariales y otros organismos públicos) y blogs jurídicos, que desmenuzan tanto leyes como casos, o jurisprudencia, que te obligan un poco a estar al tanto de las novedades y ver que hay algo más que temas, en este mundo jurídico nuestro. También en esta corres el riesgo de engancharte o peor aún de que los y las "mariagobios" y los reyes del bulo te chupen la energía.
Así que yo digo SI a las redes sociales, pero siempre que uno se conozca a sí mismo, y sepa ponerse los límites. Como me conozco y hago míos los problemas ajenos, veo personas antes que leyes y tiendo a dejarme regalar los oídos, decido cerrar los ojos a ellas y abrir uno de ellos de vez en cuando para no salirme del todo de la sociedad.
Whatsapp. No sé si es una red social técnicamente, pero la meto siempre dentro de esta categoría porque te ayuda a mantenerte en contacto con la gente ¿y qué es si no una red social? (que siiii....que el teléfono y la carta y el email también....pero ¡no me desmontéis el argumento! :p). Creo que también tiene su peligro. Creo que tengo la suerte de tener amigos que me entienden, o que tienen una vida muy ajetreada, aún no lo he acabado de decidir jajaja, pero la cuestión es que escriben poco, y si lo hacen no me montan pirulas por no contestar ipso facto.
La única medida que tuve que adoptar al respecto es salirme de un grupo que teníamos y mandar a uno de mis amigos como representante oficial, de modo que cuando quiero salir se lo comunico a él, y hace las gestiones oportunas, y viceversa. Esto me permite enterarme solo UNA vez de los planes, y si puedo no puedo ir no me tengo que enterar de tooooooda la retahíla de decisiones.
¿Qué opináis?¿Alguna otra red social útil?
Buena semanita!