Mi primera batalla en el oral.

El año pasado me presenté al primer ejercicio de mi opo, que es oral. Para empezar he de decir que no llevaba suficiente tiempo para llevar todo el bloque entero del ejercicio, así que tan sólo lleve la mitad de la materia.

El tiempo que transcurrió entre que mi prepa me "informó" de que iba a presentarme para tener una primera experiencia con el oral y el día que me examiné fueron casi 2 meses.

Una vez que el prepa me lo dijo, lo primero que hice fue irme con mis 2 friends de la opo a tomarnos un gin tonic el cuál bautizamos como "el último" jajaja. 

En cuanto a la preparación del ejercicio, cada maestrillo tiene su librillo. Mi prepa es de la opinión que lo mejor es coger y presentarse con lo que se pueda, para tener esa primera toma de contacto con el lugar del examen -para futuras convocatorias saber desde lo mullido de la silla hasta a qué huele el salón para que no nos venga de nuevas. Yo llevaba de las partes de las que me examinaba 3 vueltas -si, poquitas poquitas- y al final de esa parte me presenté con 6-7 vueltas (y digo 6 o 7 porque las últimas 2 las dí en 2 días cada una).

Fueron semanas duras no, lo siguiente. De media estudiaba unas 15 horas diarias, con media hora para comer y otra media para cenar. Pero era estricta y más allá de las 12 de la noche nunca estudiaba. 

En relación a la parte psicológica, hubo 2 ocasiones, un mes antes del examen y 20 días antes, en que mi familia me tuvo que llamar la atención porque estaba excesivamente nerviosa para no jugarme nada y solo ir a probar. Yo literalmente me encerré, ni días de descanso ni tiempos para mi, ni amigos. De lo cual en parte solo cambiaría el encontrar al menos 1 o 2 horas a la semana para hacer deporte, para descargar energía. Pero creo que si tienes una convocatoria a la vuelta de la esquina, con el tiempo tan limitado, tan pocas plazas y gente tan brillante...o das el todo por el todo o difícil.

El último mes perdí 1 kilo por semana, solo de los nervios; tampoco dormía bien y de hecho el médico me dió unas pastillas inductoras del sueño que me vinieron genial. A todo esto he de decir que me llegué a tomar hasta 3 valerianas (infusiones nada de pastillas eh!) al día para poder sobrevivir a la vorágine de temas y horas.

En cuanto al atuendo para el examen, justo 1 mes antes me lo compré -realmente creo que el primer soponcio por el agobio fue el finde de después de comprarmelo porque fue una constatación de "vale, que esto va en serio".  Me di una sola tarde para comprarlo, no quería perder más tiempo. Elegí un traje de chaqueta y pantalón, de color negro y una blusa blanca -bueno, me compré 2 por si me daba por sudar en exceso. Además unos salones negros y arreando. El bolso me lo compró mi madre días posteriores -yo que estaba dispuesta a llevar el DNI y el crono en la mano paseandolo por la capi... jaja.

Sobre el estado de ánimo, si bien hubo momentos en que estuve atacadita (ya os digo, 2), el resto del tiempo fui capaz de no permitirme pensar en mi. O sea, fue como asumir que yo era el temario, mi yo individuo se diluyó en los folios, y solo estudiaba estudiaba y estudiaba. No me planteé que menudo palizón, ni si iba a hacer calor o frío, ni si mi vida era o no una mierda...eran pensamientos que sólo restaban energías y no añadían, y decidí que iba a ser un autómata en la medida de lo posible. 

No negaré que me aterraba quedarme callada, o que me tocaran la campana y echarme a llorar o que las bolas se me esparcieran por la sala, o que derramara el agua del vaso -soy torpona, que se le va a hacer. Y le daba mil millones de vueltas a esas ideas, pero de autocompadecimiento me lo prohibí. 

En cuanto al examen en sí, ese día nos convocaron a tropocientos, yo era la novena del día, y aunque mi madre -si, ella me acompañó y el prepa también- me dijo que no fueramos a primera hora, yo me negué en rotundo ¡y menos mal!. Porque allí que llegamos y de los 8 que tenía yo delante solo había 2...o sea que yo era la tercera del día!!! 

Para mas inri, la primera persona sacó las bolas y se retiró, y la segunda no acabó el examen. He de decir que ese día me desperté un poco nerviosa, pero me tomé una valeriana y solucionado. Estaba como en modo concentración total y ni nervios ni calor ni frío ni hambre ni sueño...En fin, el caso es que ya estaba yo en la puerta para que me llamara el tribunal, con el preparador como el Padre, a la derecha, cuando a lo  lejos oigo un "eso pregunteselo a la opositora"....

Jeje.....la opositora sabéis quién era no? Una servidora! Total, que una señora quería entrar a escuchar mi examen :OOO Yo que le había dicho a mi madre que no entrara, y me veo en mi estado de zen, concentración o lo que fuera que estaba diciendole "si, no me importa....y mamá tu si quieres también". Ale de perdidos al río jajajaja.

Entré, paso firme, dije "buenos días" y allí que me fui siguiendo al secretario a las bolsitas con las bolas -me recordó a Howgarts y no me preguntéis por qué. Luego el desenlace pues ya lo imagináis, chica saca bolas, chica se sienta, hace esquemas, pide la venia, empieza...y cumple objetivos :)