"Los sueños no se compran ni se venden, se persiguen",
"No dejes que nadie robe tus sueños",
"No duermas para descansar, duerme para
soñar, porque los sueños estan para cumplirse",
"Si deseas que tus sueños se hagan realidad
¡despierta!",
"Los que sueñan de día son conscientes
de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche".
etc
etc etc
Que si, que los sueños están muy bien, pero aquí
estoy yo para darle un giro de rosca porque ¿y si resulta que estamos partiendo
de una premisa equivocada? Quiero decir, que si consideramos nuestra plaza un
sueño y no una realidad, ¿no estamos inconscientemente mandandonos el mensaje
de "pobrecito de mi ¡qué difícil todo!"?
Sé que es una visión un tanto retorcida del
asunto, pero si hay algo de lo que en los últimos me he dado cuenta es de que
la cabeza lo es todo. La importancia del lenguaje con el que te hablas a ti
mismo es capaz de cambiar tu visión y tu actitud frente a las cosas,
especialmente en cuanto se refiere a la oposición.
Por eso digo, si esto fuera un sueño y no una
realidad, yo cogería me sentaría al sol a ver pasar las horas y el día de autos
me presentaría ante el tribunal morenaza y sabiéndome de pe a pa cada código
que se exige. Sin embargo, esto es una realidad y no es solo cuestión de
esfuerzo (mucho mucho mucho) sino también de creérselo, de decirte a ti mismo
"vamos que si que puedes", "ole ese futuro (dígase el cuerpo
correspondiente)", "esta oposición se puede aprobar, de hecho, puedo
aprobarla".
Es hora de cambiar de lenguaje, de hablarnos
cuidandolo, de tratar de buscar lo positivo en cada situación difícil, de
racionalizar cada pensamiento (¿este pensamiento es producto de mi yo-yo o mi
yo-opositor-enajenado?). Pero no ya para poder aguantar el largo camino que
estamos atravesando, sino como una cuestión de cara al examen.
Hay que creerse esta realidad y para eso
tenemos que trabajar la mente, que no es más que un músculo más, para que ese
día si por lo que sea nos cruza un pensamiento del tipo "ay que no me
acuerdo de ningún tema", automáticamente saquemos nuestro bien formado
músculo y sin darle más tiempo al agobio nos digamos "no te acuerdas, pero
está ahí, porque te lo has estudiado tropocientas veces y lo has cantado, y te
lo sabías". Pero este tipo de pensamientos, o lo trabajas día a día o
difícil que te salgan el día del "gran flan" (porque ese día todos
somos un flan, eso es así).
Así que menos realidades oníricas y más
realidades realidad, menos "pobres de mi" y más "porque yo lo
valgo" (si hace falta con gestito incluido, para aprovechar y sacarnos
alguna sonrisa).
Buena semanita!
Qué me gusta que pensemos exactamente igual =) Yo también creo que el pensamiento hay que encarrilarlo y que la línea que separa el deseo de la realidad puede ser muy fina según ese trabajo continuo sobre nuestra actitud. Actitud que no va hacia fuera, es decir, que se refleje en actos (que también) sino actitud que se plasma en la forma de pensar. Es complicado, hay que tener un gran autocontrol y fuerza de voluntad porque sucumbir al derrotismo y la auto-pena es mucho más fácil, pero sin duda se saca mucho más provecho de lo primero: la plaza y la felicidad. Un abrazo preciosa ^^
ResponderEliminarHola! siiii, es que ya he visto como varios compis "fastidian" su trabajo de años por no saber controlar esos pensamientos...es muy importante!!!!! Mucho ánimo cocineraaa...en cuanto cuelgues recetas estoy ahí manos a la obra! Besotee!
Eliminar¡Completamente de acuerdo! De cuando en cuando tengo esta conversación conmigo misma, y me convenzo, casi siempre al menos, y en cualquier caso, el sí puedo vence al final.
ResponderEliminar¡Mucho ánimo!
Claro que sí!!! porque podemos! porque todos los días lo demostramos y porque lo vamos a conseguir!!!! mucho ánimo!!!! un abrazo!
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