La vida es perder oportunidades. Es la cara de la moneda que menos nos enseñan, pero es la que más utilizamos. Piensa, que cada decisión que tomas, excluye una pluralidad de caminos incompatibles con ella, y por ende, una inmensidad de destinos que nunca llegarás a ver, o si, pero por otros senderos.
El otro día, alguien me dijo que había muchas cosas que ya no iba a alcanzar (haciendo referencia a que los años de oposición no me lo iban a permitir ya). Me gustaría pensar que no me lo dijeron a mala fe, pero qué queréis que os diga...la lectura positiva no se la encontré en ese momento.
Sin embargo, dando vueltas al asunto, con la sangre a temperatura menos elevada y los humos algo menos subidos, estuve analizando esa frase al detalle, y sinceramente, acabe dándole la razón a una parte de lo que implicaba esa afirmación: efectivamente, habrá cosas que no alcanzaré. Pero no solo por la oposición. En eso estaba totalmente equivocada la persona en cuestión.
Nunca llegaré a ser negra porque nací en una familia de blancos; ni llegaré a ser premio Nobel de física porque la física no es mi pasión, como tampoco seré pastelera, ni carpintera, ni ganadora olímpica de salto de vallas -esto último más que nada porque en el colegio no las conseguía saltar ni sacadas de las patas-. Efectivamente, habrá lugares a los que nunca llegaré. Por ejemplo, nunca visitaré la Luna, aunque me encantaría, porque ni podré ser astronauta ni tendré el suficiente dinero como para costearme el viaje, si al final se consigue hacer con regularidad.
Lo que quiero decir es que, cuando algún "iluminado" os venga con el cuento de "todo lo que te estás perdiendo por la oposición", tendrán toda la razón y toda la equivocación del mundo. Porque todos nos perderemos cosas a lo largo de la vida, por nuestras decisiones. El que decide tener un trabajo absorvente y llegar a la cúspide empresarial, probablemente se perderá tener una familia (tenerla y conocerla en toda su profundidad, si lo preferís); el que tenga familia y la conozca en toda su esencia, se perderá ser un magnate que trabaja alrededor del mundo; quien se dedique a la farandula, perderá su anonimato; y el anónimo se perderá sentirse querido por gente desconocida.
Así que sí, quien sea opositor se perderá ser una persona estándar y dejará de hacer cosas de persona estándar, pero no será una consecuencia distinta que la que cualquier otra decisión pudiera provocar.
"La vida es la suma de todas tus elecciones"
Albert Camus.
Cuantas verdades!!! Esto de sentirse identificado es terapéutico total. Te escribí hace unos días, pero tuve problemas para subir el comentario y a pesar de mis esfuerzos, no se grabó. En definitiva, te decía que me encanta leerte para ver tu punto de vista de, en esencia, el mismo tema, aunque ni la oposición ni la rama profesional sea la misma, reconociendo que mi oposición es difícil, pero en la tuya, sabría que no podría embarcarme... la literalidad y yo, vamos mal, por ejemplo... Y... entre ese día y hoy recibí LA NOTICIA. Sí! Este ha sido mi año, lo conseguí, y ¿sabes? al menos una fracción de mi éxito te la concedo, por estar ahí, liberando tensión con tus palabras. Seguiré leyéndote, y me alegraré contigo cuando finalices este camino, sea cual sea tu elección, porque en nuestro caso hemos podido elegir... ;-) Y eso es genial. Un abrazo, y mucho ánimo, aunque seguro que no te hace falta que te lo digan. Besos.
ResponderEliminarAyyyyyyyyyyyyy enhorabuenaaaaaa!!!!!! Me alegro tantísimo, pero tanto tanto...!!!! Gracias por esa atribución a mi blog, pero te la devuelvo con mucho orgullo, por haberlo superado, haberte sobrepuesto a todo y haber conseguido subir y bajar tantas montañas hasta conseguirlo.
EliminarNo sé por qué pensaba que opositabas a Notarías, pero en el fondo, es lo de menos. Sé lo que es una oposición, cualquiera, es oponerte al temario, a los demás y a ti mismo (casi lo peor),y todos tenemos al menos, un yo al que oponernos, cabezota y testarudo a rabiar. Así que tu aprobado es tan válido como el de la oposición con más temas y más difícil del mundo entero.
Espero que lo estés disfrutando y relamiendote en esa victoria. Yo brindo desde este rincón por ti y los tuyos, porque seas más feliz ahora que la elección tuvo el final buscado. Seguiré aquí mientras las ideas y las teclas me lo permitan.
Toda la razón con la suerte de poder elegir, por poder optar entre seguir o no. Sabes que no me siento de otra forma. Los ánimos siempre van bien, así que infinitas gracias. Un beso enorme!