Buscar soluciones.
Arremangarse.
Tener claro lo que se quiere y por qué se quiere.
Afrontar tus incoherencias y hacerlas coherentes con tu objetivo.
Hacerte fuerte en la adversidad.
No querer dejar de crecer, ni dejar de hacerlo.
Dejar salir los sentimientos. Todos -de eso andamos flojos todavía-.
Los temas, el objetivo; el aprobado, la consecuencia. Descarga ¿eh?.
Ser consciente de tus debilidades, y redireccionarlas en paralelo a tu meta.
Corregir, perfeccionar, afrontar.
Seriedad y profesionalidad.
Sin excusas.
Frente al sufrimiento: deporte, respiraciones, cosas que inspiran y paciencia conmigo misma la primera, con los demás también.
Estado: en espera, en casi todo (probablemente lo que más agota).
Entre inercia e impulso anda el juego.
Y entre rabia y fuerza (¿a ver si van a ser lo mismo?)
Frambuesas, fresas y chocolate (nunca mezcladas) como mimos hacia uno mismo.
Hablar con la gente, mucho (de lo malo también). Se aprende, y se siente uno útil. Romper tabúes.
Cultivarse por dentro y por fuera.
Redescubrir los temas.
Enfadarse con el temario y reconciliarse.
Enfadarse con el mundo y...eso.
Mi lista de cosas hechas, sigue siendo mucho más corta que la de cosas pendientes. Pero esa, si eso, otro día. ¿Las vuestras?
No estancarse es avanzar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario